/ sábado 26 de febrero de 2022

A once años de su desaparición, no pierde esperanza de encontrar a su hijo

María Rosalba López se integró a un colectivo de búsqueda de personas desparecidas para intentar a localizar a su hijo, cuyo paradero desconoce desde 2010

María Rosalba López Hernández aún mantiene la fe de un día poder dar con el paradero de su hijo, Gerardo Alberto López López, quien a mediados del 2010 desapareció bajo circunstancias que no se le han informado.

La madre integrante de colectivos de búsqueda de su natal Navolato, Sinaloa, comentó que en un principio no supo de lo que ocurrió a su hijo, sino hasta dos días después del suceso.

“A once años las autoridades no han brindado mayor información, pusimos denuncia en Navolato, y ya no hemos sabido nada más”, comentó.

Ante la desaparición se mantuvo sin respuesta alguna por un periodo de siete años, hasta que a Navolato llegaron colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, a las cuales se sumó.

Desde entonces no ha parado su constante caminar por zonas desérticas de Sinaloa y alrededores, esto ya que en uno de estos puntos pudiera encontrarse con el paradero de su hijo Gerardo Alberto.

“No sabemos dónde puede encontrarse, ya que en Sinaloa hemos encontrado de otras partes, por lo que no sabemos si los restos de nuestros familiares están por acá”, comentó María Rosalba.

A pesar de que ha sido un largo camino estos once años de búsqueda, dijo que siempre pueden apoyarse en otros familiares que han sufrido esto mismo.

Publicado originalmente en La Voz de la Frontera

María Rosalba López Hernández aún mantiene la fe de un día poder dar con el paradero de su hijo, Gerardo Alberto López López, quien a mediados del 2010 desapareció bajo circunstancias que no se le han informado.

La madre integrante de colectivos de búsqueda de su natal Navolato, Sinaloa, comentó que en un principio no supo de lo que ocurrió a su hijo, sino hasta dos días después del suceso.

“A once años las autoridades no han brindado mayor información, pusimos denuncia en Navolato, y ya no hemos sabido nada más”, comentó.

Ante la desaparición se mantuvo sin respuesta alguna por un periodo de siete años, hasta que a Navolato llegaron colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, a las cuales se sumó.

Desde entonces no ha parado su constante caminar por zonas desérticas de Sinaloa y alrededores, esto ya que en uno de estos puntos pudiera encontrarse con el paradero de su hijo Gerardo Alberto.

“No sabemos dónde puede encontrarse, ya que en Sinaloa hemos encontrado de otras partes, por lo que no sabemos si los restos de nuestros familiares están por acá”, comentó María Rosalba.

A pesar de que ha sido un largo camino estos once años de búsqueda, dijo que siempre pueden apoyarse en otros familiares que han sufrido esto mismo.

Publicado originalmente en La Voz de la Frontera

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