Nicolás, un joven migrante colombiano de 25 años, perdió la vida cuando intentaba cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. Galindo había llegado a México el 25 de octubre con el objetivo de llegar a los Estados Unidos, donde esperaba radicarse.

El 1 de noviembre, mientras trataba de cruzar el río Bravo en su camino hacia los Estados Unidos, el joven fue arrastrado por la corriente y murió ahogado, según confirmó su familia. La Cancillería de Colombia ha anunciado que están brindando asesoría y apoyo a la familia para lograr la repatriación de su cuerpo.

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Antes de migrar, era un reconocido tatuador y padre de un niño. Según su familia, residía en el sur de Bogotá. La Cancillería de Colombia ha recomendado que cualquier trámite relacionado con este caso debe ser remitido al consulado o a la embajada del país en el que se encuentre el cuerpo del migrante.

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La muerte de Nicolás se une a la lista de tragedias que enfrentan los migrantes que arriesgan sus vidas en busca de un futuro mejor en los Estados Unidos. Es urgente que los gobiernos de los países involucrados tomen medidas para garantizar la seguridad y protección de los migrantes, especialmente en un momento en que la migración ha aumentado debido a la crisis económica y política en varios países de América Latina.