¡Elvira Luz Cruz mató a sus hijos!

JULIO DOMINGUEZ BALBOA

  · jueves 21 de septiembre de 2017

LOS ESTRANGULÓ a uno por uno. (CORTESÍA)

  • Cuatro niños fueron asesinados la mañana del 9 deagosto de 1982, en la ciudad perdida “Bosques del Pedregal”, enel Ajusco, Ciudad de México
  • Su madre los mató porque, según ella, no teníadinero para darles de comer

Cuando quien esto firma estudiaba la carrera de leyesen la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), una mañana deagosto de 1982, los alumnos del curso de derecho penal,estremecidos, nos enfrascamos en una controvertida discusión,acerca de la presunta culpabilidad de Elvira Luz Cruz, de 28 añosde edad, a quien se le acusaba de estrangular a sus cuatrohijos.

La opinión pública estaba conmovida. Al parecer, lapresunta asesina había cometido el crimen obligada por lascircunstancias, ya que no tenía ni para comer o alimentar a sushijos. “Las hembras de ciertas especies no sólo matan sino quedevoran a sus propias crías cuando presienten que están encondiciones de peligro inminente…”, afirmó alguien.

El caso siguió alimentando la nota roja de aquellosdías, y así nos enteramos de que Elvira Luz Cruz vivía encondiciones de miseria extrema, que tenía cuatro hijos: Israel LuzCruz y Eduardo, Marbella y María de Jesús Soto Luz, de 6, 3, 2años y dos meses de edad; que vivía atormentada por la falta derecursos y el hambre que padecían ella y sus hijos.

En el relato que la mujer hizo al director de laPolicía Judicial del entonces “Distrito Federal”, capitánJesús Miyazawa Álvarez, Elvira dijo que desde hacía cuatroaños, después que empezó a vivir en unión libre con NicolásSoto Cruz, su vida había sido de sufrimiento en el aspectoeconómico, además de que dicho individuo era muy mujeriego.Indicó que algunas veces le daba gasto y otras no. Ella tenía queconseguir recursos entre los vecinos para dar alimento a susniños.

Elvira antes de conocer a Nicolás fue sirvienta enPolanco hasta que la violó un sujeto de nombre Marcial Caballero,quien la embarazó y abandonó.

Después de parir a su primogénito, la mujerconsiguió colocarse nuevamente de criada, y gracias a una amiga seintegró a un grupo de “paracaidistas” (invasores de prediosurbanos), que fundaron la colonia Jardines del Pedregal, en lasfaldas del Ajusco. Gracias a sus méritos, Elvira recibió unterreno carente de los servicios más elementales, y por esasfechas conoció a Nicolás Soto, otro “paracaidista” quetrabajaba como albañil y que vivía con doña Eduarda, sumadre.

A pesar de ser un soltero codiciado por lasjovencitas, debido a su apostura y su disposición para el trabajo,Nicolás se fijó en Elvira y muy pronto la hizo su amante. Almismo tiempo que construía una casa en el terreno que se leshabía adjudicado a él y a su madre, también levantó los cuartosen los que se estableció Elvira junto con su hijo Israel. Muypronto nacieron los otros tres niños.

A Eduarda, la suegra de Elvira, jamás le simpatizósu nuera, sentía un profundo desprecio por ella y trataba dequedarse con Eduardito.

En la víspera de la tragedia, la madre de Nicoláshabía organizado una fiesta de quince años en su casa, a la queElvira llevó a sus hijos para que comieran pastel. Ahí fue dondeencontró a Nicolás con su nueva amante, mucho menor que ella, ycon una hija de la misma edad que Marbella.

Elvira creyó morir del coraje y se fue con sus hijosa su casa. El dinero gastado en la fiesta por su suegra la habíadejado a ella sin ingresos y al día siguiente mandó a su hijoIsrael a pedir dinero prestado a los vecinos para poder comer. Elniño no consiguió nada.

Agobiada, frustrada, humillada, desesperada, Elviraprimero ahorcó a Israel con un trapo. Sorprendió al niño por laespalda. Lo mismo hizo con Eduardo y con Marbella. Al terminar dematar a los tres se dirigió hasta donde se encontraba la máspequeña, María de Jesús. Con sus manos le tapó la boca y lanariz hasta verla sin vida también. Después de eso, la mujertrató de suicidarse, ahorcándose con un cordón, pero algunaspersonas se dieron cuenta de lo sucedido y lo evitaron. Sóloperdió el sentido. Una vez que recobró el conocimiento, lasautoridades ya se encontraban en el sitio del cuádruple homicidio.La policía detuvo a Elvira Luz Cruz y la condujeron a la guardiade agentes de la Policía Judicial, donde quedó a disposición dela Dirección de Averiguaciones Previas.

Elvira Luz Cruz fue sujeta a un proceso penal casisumario, en el que se le condenó a purgar 40 años de cárcel porel asesinato doloso de los cuatro niños.

El espeluznante crimen seguía siendo nuestro tema deconversación preferido en la universidad, y nuestra profesora dederecho de amparo, la doctora Mireya Toto, líder de colectivos dedefensa de las mujeres y de los homosexuales, decidió poner supericia al servicio de la acusada.

La doctora Toto encontró 33 irregularidades en lacondena de Elvira y logró que el 9 de julio de 1993, fueraliberada. Estuvo encarcelada 10 años y 11 meses. En lapenitenciaría Elvira Luz Cruz concluyó sus estudios de primaria,secundaria y bachillerato. También estudió mecanografía, costuray un curso de inglés. Siempre mostró conducta ejemplar.Posteriormente se casó con un hombre que conoció en la prisión,hijo de una compañera. No tuvo más descendencia. Nicolásenfermó y se ganaba la vida como cantante callejero. No se casóni volvió a tener hijos. Eduarda terminó diabética y ciega.

Cuando Elvira fue liberada, los miembros de aquellageneración de estudiantes de derecho de la UAM ya habíamosterminado la carrera y nos habíamos dispersado, pero nos dio gustoenterarnos del triunfo jurídico de la doctora Toto, aunque hastala fecha yo sigo cuestionándome la inocencia de la miserable mujerque tuvo el valor para estrangular a sus cuatro vástagos, uno poruno.

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