Arriaga Chiapas.- De manera cobarde fue asesinado el “Coloso de Piedra”, Sinar Corzo Esquinca, defensor de los derechos humanos en este municipio; un motociclista le disparó a quemarropa dejándolo tirado sin vida sobre el pavimento, en pleno centro de Arriaga.
A las 21:30 horas Sinar Corzo caminaba rumbo a su casa, en una de las calles más transitadas de Arriaga, cuando un sicario a bordo de una motocicleta, parecía que cazaba al “Coloso de Piedra”, hasta privarlo de la existencia.
Los propios automovilistas intentaron auxiliar al conocido activista y defensor de los más vulnerables, pero su cuerpo yacía sin vida en un charco de sangre.
Hasta el lugar acudieron de inmediato las diferentes corporaciones policíacas, quienes acordonaron la zona, mientras otros elementos “peinaban” el área para dar con el asesino; sin embargo, no hubo resultados.
Cabe hacer mención que Arriaga es un municipio con foco rojo en índice delictivo, es peligroso y cerró con varios asesinatos en el 2018 y el primero del 2019; con estos hechos se refleja el peligroso clima de violencia que se vive en la localidad.
Arriaga está de luto, muchos no veían bien la forma en que Sinar Corzo luchaba por su gente; pero, el “Coloso de Piedra” era imparable, era líder y un hombre de carácter fuerte, se hacía escuchar ante su constancia e insistencia al levantar la voz por los de abajo, los olvidados.
Sinar Corzo Esquinca fue preso político, un 2 de agosto del 2013 fue detenido cuando llegaba a la Presidencia con la finalidad de exigir agua y drenaje para comunidades, a los dos días fue liberado; muchas veces lideró tomas de carretera, en los últimos años exigió la construcción de la vialidad que conduce a la pesquería La Línea, sin que hasta la mañana de ayer tuviera respuesta positiva.
Sí, ayer Sinar Corzo tuvo su última reunión en la Presidencia Municipal; demandó como los grandes defensores y activistas arriaguenses, pocos como él, hombre aguerrido y reacio, exigió hasta el último día de su vida.
Ahora su cadáver yace en un féretro en donde sus familiares, amigos y seguidores lloran su muerte y exigen justicia.
Arriaga se mantiene en zozobra, las autoridades efectúan ya las investigaciones, no obstante se mueven con hermetismo, mientras tanto exigen justicia para dar con el paradero del asesino de este luchador social.