San Cristóbal de Las Casas.- En rápida acción para atender llamada de emergencia por violencia familiar, elementos de la Dirección de Policía Municipal lograron el aseguramiento de Jacinto “N”, de 33 años, quien agredió físicamente y con palabras altisonantes a su esposa y a sus tres menores hijos, por lo que de inmediato fue puesto a disposición del fiscal del ministerio público del Centro de Justicia para las Mujeres (CEJUM), ubicado en San Cristóbal.
De acuerdo con la narrativa de los hechos, se recibió denuncia a través del 911, en la cual se pedía la presencia de los uniformados ya que, en la Prolongación Francisco León, de la colonia Tepeyac, un sujeto en presunto estado de ebriedad estaba agrediendo a una mujer, por lo que de inmediato se activó un grupo especial de la policía, los cuales se trasladaron de inmediato para brindar auxilio.
Al momento de su arribo, los policías tuvieron a la vista a Marlene “N”, de 27 años de edad, quien se encontraba llorando afuera de su domicilio, con visibles rasgos de violencia en el rostro, quien narró que después de salir de su trabajo se dirigió a su casa, donde encontró a su esposo en estado de ebriedad, por lo que decidió no hacerle caso y decidió ponerse a realizar el aseo.
Seguido a ello, cuando lavaba su ropa, el agresor se dirigió hacia ella para pedirle que le entregara su cartera, a lo cual ella respondió que no sabía dónde se encontraba, por lo cual comenzó a golpearla con los puños en el rostro, causándole lesiones en la nariz, al tiempo de insultarla con palabras altisonantes y exigiéndole a ella y a sus hijos que se fueran de su casa.
Como pudo, la víctima logró zafarse de su agresor y se dirigió a su recámara, donde nuevamente recibió diversos golpes en el rostro y cabeza, en presencia de sus tres menores hijos, de identidad reservada, de los cuales uno de ellos logró comunicarse a las líneas de emergencia para pedir el auxilio de los uniformados.
A los pocos minutos, los elementos policiacos lograron el aseguramiento de este sujeto, al tiempo de solicitar el apoyo de paramédicos de protección civil, quienes valoraron a la víctima y a sus hijos, para posteriormente trasladarlos ante el ministerio público del CEJUM, donde el agresor fue puesto a disposición por el delito de violencia familiar, en espera de que esta representación social determine su situación jurídica.