Durante el año 2024, Chiapas ha sido escenario de agresiones en contra de sacerdotes, en un contexto de creciente violencia vinculada al crimen organizado en la región. Con el reciente asesinato de Marcelo Pérez Pérez ya son tres líderes religiosos que han sido hostigados, perseguidos, heridos o asesinados de manera violenta en el estado de Chiapas, de acuerdo con informes y denuncias públicas.
Esta mañana de domingo, el párroco Marcelo Pérez Pérez fue asesinando a balazos por sujetos armados a bordo de una motocicleta en el Barrio Cuxtitali del municipio de San Cristóbal de las Casas. El sacerdote acababa de oficiar una misa e iba en dirección a continuar con sus actividades eclesiásticas. Desde el 2021, Pérez Pérez había denunciado ser objeto de amenazas de muerte por parte de grupos armados en Pantelhó, esto debido a su labor de promoción de paz en dicha localidad.
Al respecto, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) a través de un comunicado condenó este asesinato y exigió a las autoridades investigar de manera exhaustiva este hecho, garantizar la seguridad de los sacerdotes en Chiapas y redoblar esfuerzos para combatir la violencia, así como la impunidad que impera en la entidad.
Otro de los casos ocurridos en Chiapas fue en enero de este año, cuando fray Fernando Alvarado Flores, sacerdote franciscano, fue herido por un disparo en Pueblo Nuevo Solistahuacán. De acuerdo con los informes oficiales, el incidente fue producto de un tiroteo entre grupos armados en las inmediaciones del templo donde reside el religioso. Aunque el padre Alvarado no era el objetivo del ataque, fue alcanzado por una bala cuando se encontraba cerca del templo. En el tiroteo, otra persona resultó herida de gravedad.
El padre Filiberto Velázquez, quien fue mediador de la paz entre organizaciones criminales en el estado de Guerrero, denunció haber sido víctima de una persecución en una carretera de Chiapas. El sacerdote relató que mientras se desplazaba en su vehículo a la altura de Malpaso, fue seguido de manera insistente por un grupo armado. Aunque logró eludir la situación sin sufrir daños, el sacerdote y el CEM se pronunciaron al respecto, denunciando el contexto de violencia que vive Chiapas.
Además, el pasado 13 de septiembre del 2024, miles de personas se congregaron en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez en respuesta a la convocatoria de las tres diócesis de Chiapas para hacer una marcha por la paz. Durante dicha peregrinación, sacerdotes de la región sierra denunciaron los hechos de violencia que se viven en estos municipios, causando desplazamiento forzado e incluso hostigamiento contra algunos párrocos.
En diversas ocasiones, las diócesis han expresado su preocupación por el creciente clima de inseguridad. Recientemente, él párroco Gilberto Gómez, vocero de la diócesis de Tuxtla Gutiérrez, denunció la descomposición social que se vive en el estado, ante el clima de violencia. Asímismo, durante una misa, el padre Miguel Cardona exigió a las autoridades redoblar los esfuerzos por conseguir la paz y les exhortó a reconocer si no logran sus responsabilidades.
Asimismo, la Compañía de Jesús se unió al rechazo del asesinato del párroco Marcelo Pérez y enfatizó a través de un comunicado que el estado de Chiapas enfrenta una creciente ola de violencia.
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