Este viernes en los municipios de Jiquipilas y Cintalapa se realizó una serie de operativos federales que dejaron al descubierto una red de posibles actividades delictivas vinculadas a un grupo del crimen organizado.
En un despliegue coordinado por la Fiscalía General de la República (FGR), elementos de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada realizaron cateos en cuatro inmuebles estratégicamente ubicados en estas localidades.
Aunque no se reportaron detenidos en todos los puntos, los objetos asegurados y los hallazgos alimentan una investigación que podría ser clave en la lucha contra la delincuencia organizada en la región.
En Jiquipilas, los agentes llevaron a cabo tres cateos consecutivos en el barrio Guadalupe, cada uno con resultados relevantes.
En el primer inmueble, ubicado en la 1ra avenida sur oriente, esquina con calle oriente sur, se lograron detenciones y se aseguraron documentos personales, celulares y una computadora portátil. Este lugar quedó bajo resguardo de las autoridades.
El segundo cateo, a unas cuadras de distancia, sobre la misma avenida entre las calles 5a. y 6a oriente sur, reveló una colección de elementos: una computadora portátil, un arma de fuego, tres cajas con cartuchos calibre .22 y una libreta que podría contener información valiosa para la investigación. Aunque no hubo detenidos, el inmueble también fue asegurado.
Finalmente, en la esquina de la 1a. avenida sur oriente con las calles 7a y 6a oriente sur, el tercer cateo resultó sin detenciones. Sin embargo, la vivienda quedó bajo resguardo.
Mientras que en El Rancho Patrón, ubicado en Cintalapa de Figueroa, fue escenario de otro hallazgo. Durante el operativo, las autoridades incautaron siete armas largas, cargadores abastecidos, presunta droga sólida de color blanco, gorras con insignias de un cártel, dos libretas y fotografías. Aunque no hubo detenidos, el rancho quedó asegurado para profundizar en las investigaciones.
Estos operativos, autorizados por un juez especializado en el sistema penal acusatorio, responden a una estrategia del gobierno federal para combatir el narcotráfico y las organizaciones criminales que operan en la frontera sur de México. Aunque no se lograron detenciones significativas, los objetos asegurados son considerados piezas clave para desmantelar posibles redes delictivas.