La pérdida del registro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha generado un profundo dolor en sus fundadores y simpatizantes, quienes ven en esta situación el fin de una era de lucha por las causas sociales. Carlos Enrique Bertoni Unda, uno de los fundadores del PRD en Chiapas y exdiputado local, lamentó la desaparición del partido, afirmando que el PRD fue la única fuerza política que desde su creación en 1988 defendió los intereses del pueblo. En contraste, señaló que Morena, el partido en el poder, no es un sustituto del PRD y que su prioridad no será el bienestar del pueblo, sino los intereses del presidente Andrés Manuel López Obrador.
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Bertoni Unda recordó que antes del año 2000, el PRD gobernaba más de 60 municipios en Chiapas, contaba con cinco diputaciones locales y tenía representación a nivel federal con diputados y senadores. Sin embargo, la llegada de Pablo Salazar Mendiguchía a la gubernatura de Chiapas en el año 2000 marcó el inicio de un declive irreversible para el partido, ya que las dirigencias posteriores comenzaron a entregar la fuerza política al gobernador en turno. Este declive se profundizó con las alianzas que el PRD formó con sus antiguos adversarios, el PRI y el PAN, lo que, según Bertoni, llevó al colapso y eventual extinción del partido.
El 2 de junio, el PRD no logró alcanzar el porcentaje mínimo de votos necesarios en las elecciones para mantener su registro tanto a nivel nacional como estatal. Esta situación obliga al partido a devolver los bienes adquiridos con recursos públicos, un proceso que se llevará a cabo bajo la supervisión del Instituto Nacional Electoral (INE) y el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) de Chiapas.
Bertoni Unda, quien ocupó varios cargos dentro de la dirigencia estatal del PRD y encabezó numerosas protestas en defensa de las causas sociales, expresó su frustración por la incapacidad del partido para adaptarse y resistir los embates del sistema. Recordó que, antes del año 2000, el PRD fue un estandarte de lucha contra el neoliberalismo y las injusticias del Estado Mexicano, pero que las alianzas con el PRI y el PAN diluyeron su identidad y compromiso social.
Finalmente, Bertoni subrayó que muchos de los que en su momento se infiltraron en el PRD ahora se identifican como morenistas, incluidos aquellos a quienes Andrés Manuel López Obrador defendió en su momento y que ahora son combatidos por el mismo presidente. Este panorama, sumado a la traición de senadores electos que abandonaron al PRD para unirse a Morena, representa un duro golpe para quienes aún creen en los ideales del partido.
La historia del PRD, escrita con la sangre de luchadores sociales como Roberto Hernández Paniagua, Antelmo Robledo, Andulio Hernández, Sebastián Pérez Núñez y Agustín Rubio Montoya, hoy es motivo de duelo, pues muchos de ellos siguen desaparecidos o fallecieron sin alcanzar la justicia que tanto buscaron.
