El incremento en los precios del combustible, como resultado de las sanciones a Rusia por la invasión a Ucrania, impulsará la rentabilidad del robo de gasolina en México conocido como huachicol. Esto a su vez conllevará un alto riesgo de aumento en los ya de por sí alarmantes niveles de violencia en el país, advierte Crisis Group.
De acuerdo con la organización internacional, si bien el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador logró durante los dos primeros años de su gobierno reducir el robo de gasolina, terminar con el huachicol será difícil, en gran parte debido a la corrupción oficial generalizada pero también al conflicto en Europa oriental, que hacen del hurto un negocio más lucrativo al aumentar los precios del combustible.
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“El robo de combustible y la violencia asociada a éste se dispararon a partir de 2010, a medida que los precios del combustible se incrementaban y los grupos criminales provenientes del narcotráfico vieron en él una oportunidad lucrativa… Las zonas atravesadas por oleoductos siguen teniendo una tasa promedio de homicidios mayor a las de aquellas áreas donde no existe esta infraestructura. Según informes, el robo de combustible volvió a aumentar en 2021, y las sanciones relacionadas con la invasión de Rusia a Ucrania podrían hacer aún más lucrativo el robo, ya que incrementarán los precios del combustible nuevamente”, indica un informe de la organización.
El documento titulado Keeping Oil from the Fire: Tackling Mexico’s Fuel Theft Racket muestra que en el periodo 2010-2020 coincidió el aumento en el precio de los combustibles con el auge del huachicoleo: mientras el precio de la gasolina iba en aumento, el número de incidentes de robo de oleoductos aumentaba en paralelo. Y a medida que subía el precio de la gasolina, y junto con éste el robo de combustible, también lo hacían los grupos criminales metidos en el negocio ilícito y las tasas de homicidios, dice la organización internacional.
“En 2010, el año en que el gobierno comenzó a eliminar de forma gradual los subsidios a los combustibles, las áreas con oleoductos superaron a las que no contaban con estos en su promedio de homicidios per cápita”.
La organización Crisis Group agrega que los esfuerzos del gobierno de la Cuatroté por frenar el robo de combustible no serán funcionales. Por ejemplo, usar vías alternativas a los oleoductos para transportar el combustible, como en trenes, resulta costoso y sólo genera más cargas financieras a Pemex. Además, “es poco probable que desaliente definitivamente los planes criminales sobre el suministro de combustible”.
“La protección militar también es un recurso provisional más que una solución a largo plazo, ya que el Ejército no tiene la capacidad de proteger eficazmente decenas de miles de kilómetros de oleoductos, lo que significa que los ladrones pueden trasladarse a nuevas áreas para evitar a los guardias”, añade.
La organización subraya que, en lugar de dedicarse a la persecución de delincuentes y la protección armada del suministro de combustible, abordar el huachicoleo y la violencia relacionada con ella requerirá un énfasis mayor en las condiciones que permiten que el crimen en México se propague a nuevos mercados.
“El progreso duradero para detener el huachicoleo no dará resultados si no hay promoción de alternativas lícitas para ganarse la vida”, concluye.
Objetivos
La organización señala que los esfuerzos del actual gobierno para frenar el robo de combustibles no son funciones, ya que la alternativa de usar otras vías a los oleoductos para transportar el combustible solo genera un costo extra a Pemex.
Enfrentar la corrupción, reducir la impunidad y ayudar a los necesitados a través de planes regionales será esencial para garantizar que la lucha contra el robo de combustible no sea solo otro episodio en la lucha fallida de México por la seguridad.