El 39% de la población de Chiapas, que cuenta con 5.7 millones de personas, es menor de edad, y aunque los derechos de los niños, niñas y adolescentes están plasmados en la Constitución Política del Estado y diversas leyes que de ella emanan, son víctimas de violencia que lamentablemente es menos visibilizada y no pueden levantar la voz, según afirmó la socióloga Patricia Díaz López.
Díaz López sostiene que en ocasiones los agresores de los niños y adolescentes son sus padres, y que en algunas situaciones son ellos mismos quienes los envían a trabajar en condiciones inadecuadas. La experta señala que esta realidad afecta especialmente a las zonas indígenas, en particular a la región Altos, integrada por 17 municipios.
También puedes leer: Piden apoyo para Ulises, menor de edad asesinado a golpes por su padrastro
La falta de acceso a la educación es un factor que agrava la situación, ya que el 34% de la población de Chiapas tiene entre cero y 15 años, y el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más de edad es de 7.8, lo que equivale a casi segundo año de secundaria. Además, 14 de cada 100 personas de 15 años y más no saben leer ni escribir.
Díaz López documentó hace un mes en el plantel del Colegio de Bachilleres de Chiapas de Chamula, en la región Altos, una fuerte deserción escolar. Anteriormente, los padres entendían que debían enviar a sus hijos a la escuela para un mejor futuro, pero hoy en día, la población ve un mejor futuro en la migración internacional hacia los Estados Unidos, y el hecho de ir a la escuela lo ven como un segundo plano.
“Hoy en día la población ve un mejor futuro en la migración internacional hacia los Estados Unidos de América, y el hecho de ir a la escuela lo ven como un segundo plano ya en el sentido de poder sobre salir o salir adelante, hoy a migración internacional se ha convertido en el primer escalón, así lo ven ellos, para erradicar la pobreza”.
La experta señala que la falta de oportunidades y el incorporarse a la población económicamente activa siendo menores de edad, los hace más vulnerables a abusos físicos, laborales y hasta sexuales. Además, la falta de acceso a sus derechos los hace más vulnerables, y la falta de reconocimiento de los derechos en las zonas indígenas agrava la situación.
Desde su organización, la Coordinadora Estatal de Mujeres Indígenas de Chiapas (COEMICH), Díaz López se enfoca en la difusión de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en las zonas indígenas, donde aún se toma a broma los derechos de los niños, las niñas y adolescentes, así como la responsabilidad de los padres.