Durante el estiaje, las centrales hidroeléctricas del estado operarán bajo la premisa de no afectar las actividades que dependan del empleo del agua del río Grijalva, según el jefe del Proyecto de Hidrometeorología del Organismo de Cuenca Frontera Sur (OCFS), Rodrigo Guadalupe Paredes.
Adelantó que tratarán de mantener hasta abril próximo los niveles que el afluente mostró en lo que va del año, especialmente a la altura de Chiapa de Corzo. A ello contribuyó -dijo- que en las primeras semanas de 2019 los complejos de “La Angostura” y “Chicoasén” no produjeron energía.
Si no hay una demanda extraordinaria de generación de electricidad, el Grijalva tendrá volúmenes óptimos durante todo el estiaje, afirmó.
El funcionario de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que las presas comenzaron a vaciarse desde el mes pasado, como tradicionalmente se hace, con miras a la próxima temporada de lluvias. Hubo un trato especial para “Malpaso”, debido a que inició el ejercicio con bajos niveles a causa del déficit de precipitaciones que la entidad registró el año pasado.
“Esa parte se va a ir viendo de tal modo que no vaya a estar afectando a alguna actividad del uso que se da a ese recurso. Sabemos que principalmente en el Grijalva es para la generación de energía eléctrica. De momento se está cuidando que no afecte”, aclaró.
Dio a conocer que, según las proyecciones, Chiapas reportará los primeros efectos del estiaje a partir de este mes. Las altas temperaturas y la disminución de lluvias que caracteriza a ese periodo estarán presentándose en condiciones normales. Las pocas precipitaciones que caerán en ese lapso serán a consecuencia de los frentes fríos.
En esta ocasión, febrero será el mes de la temporada de estiaje con menos lluvias. Las precipitaciones estarán recuperándose en marzo próximo.