Las fuertes lluvias y ráfagas registradas durante la tarde del lunes en Tuxtla Gutiérrez dejaron como saldo daños en algunas viviendas y vehículos, así como árboles derribados y caos vial.

Como sucede todos los años en la ciudad, la temporada de lluvias rebasa las pocas acciones que se toman para prevenir encharcamientos y situaciones que pongan en riesgo a la ciudadanía.

Prueba de ello es lo sucedido ayer cuando se registró la primera precipitación pluvial importante, que ha dejado de manifiesto el colapso del sistema del alcantarillado municipal.

En este sentido, una corriente arrastró carros sobre el Libramiento Norte oriente, frente a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, donde cada año sucede lo mismo y las autoridades no han logrado solucionar el problema.

Asimismo, en otros puntos varios árboles se precipitaron y uno de ellos se partió sobre la 5ª calle Poniente y la 1ª avenida Norte en el barrio Guadalupe; sin embargo, no hubo personas lesionadas o carros afectados pero la vialidad se vio interrumpida durante dos horas mientras que los elementos del Sistema Municipal de Protección Civil retiraban el árbol de al menos siete metros de altura.

Sobre la Calzada al Sumidero hubo una situación similar, pues un tronco se desprendió en el interior de una vivienda y cayó sobre el portón. A través de las redes sociales, algunos individuos externaron sus inquietudes, ya que se ha generado controversia en las últimas semanas, debido a que el gobierno municipal se ha dedicado a podar las zonas arboladas dejándolas casi puros troncos.

No obstante, los usuarios se han quejado de que el Ayuntamiento ha “cazado” a aquellos ciudadanos que han intentado derribar los troncos que representan un peligro por diversos factores.

Ayer el personal de Áreas Verdes derribó un ejemplar en el pleno Parque Central, argumentando que sería sustituido por un árbol joven de la misma especie.