Tuxtla Gutiérrez.- La base trabajadora del gobierno del estado conformada por cuatro mil trabajadores ha sufrido estragos desde hace seis años por los conflictos internos que impiden la indefinición de la dirigencia del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (STSGE), desde hace un año inicio el proceso interno para la elección del 2 de septiembre y se espera una vez más imposición, expuso Gabriel Molina Ruíz delegado de la secretaría de Obras Públicas.
En el proceso electoral interno que ha iniciado se ha propuesto la participación solamente de dos planillas encabezadas por Claudia Ulloa y Martín Castillejos Vázquez, y respaldado por la Comisión Electoral, encabezado por Jorge Alberto Gutiérrez, a convocatoria del 19 de agosto para la elección del 2 de septiembre.
Expuso que enfrenta un proceso de expulsión por demandar transparencia pese a 37 años de servicio público y denunciar imposiciones de la dirigencia del STSGE, toda vez que pretenden imponer desde las instituciones públicas a Claudia Ulloa.
Las elecciones se van a judicializar y habrá demandas ante el Tribunal del Servicio Burocrático, toda vez que se está usando a la burocracia para fines políticos, económicos y sin conceder a la base trabajadora las prestaciones establecidas en la Ley Federal del Trabajo y en los Contratos Colectivos de Trabajo.
Tras más de 16 años de ser delegado de la Secretaría de Obras Públicas, denuncia que en las instituciones públicas estatales hay negación de derechos ante el desorden y caos que se han suscitado entre los trabajadores, no hay aumento salarial, prestaciones económicas, mejoría en la seguridad social, ni crédito para la vivienda, seguro de vida, caja de ahorro, entre otros derechos.
Ha acudido al Tribunal del Servicio Burocrático en demanda de un recurso de consideración ante la exclusión del proceso interno, aunque advierte que la intensión de los grupos políticos internos es dejarlo fuera, lo que evidencia que el STSGE es rehén de grupos de poder político.
El último dirigente fue Ricardo Cruz Cuello, del 2010-2013, y luego el proceso de elección de ese año inicio con un conflicto que no termina y amenaza con prolongarse por tiempo indeterminado, puntualizó Molina Ruíz.