Vendedores ambulantes que se encuentra en la plaza del parque central del Tuxtla Gutiérrez han comenzado a notar pérdidas económicas considerables o bajas ventas, además algunos padecen de capacidades diferentes, por lo que nos entrevistamos con algunos.
Doña Carmen Gordillo Pérez, es una de las vendedoras ambulantes que se dedica a la venta de chicharrin por casi 14 años, ante ello asegura que la venta es difícil, por lo que no descansa para que a diario tenga un sustento.
Viaja desde la colonia Yukis en colectivo hasta el parque central, pero ella padece de convulsiones, por lo que temen que en cualquier momento se presente una. Mientras tanto continúa su venta.
"Salgo de una a 4 o 5 de la tarde, paso por las calles del centro, desde la colonia yukis vengo en colectivo, ahorita la venta esta baja, pero gracias a Dios ahí vamos, a veces a sido dificil la situación porque me dan convulsiones, yo solo pido a la gente que compre su chicharriny ya na más", finalizó.
Mientras tanto Clara O'reyes Vázquez, vendedora de comida, frituras y golosinas en el kiosko atrás de la Catedral de San Marcos, lleva cerca de 19 años vendiendo en ese punto, pero lamentablemente las bajas ventas ha comenzado a provocar que Clara este a punto de cerrar su negocio.
Para ello mencionó que tiene 2 hijos pero ya son mayores, por lo que ella tiene que salir a trabajar todos los días para buscar un sustento, pero las ventas han estado muy bajas mencionó; "ha estado muy malo, desde la pandemia, es difícil, muy dificil", abundó.
Por este motivo ella ya tiene la mentalidad de cerrar su negocio, por lo que no es redituable seguir pagando renta del kiosco, además susbsite por el apoyo de una regidora, "antes pagábamos 2 mil 500, pagábamos con catedral, pero como hay mucha gente morosa que no oagaba, lo pasaron a la fiscalía, y la fiscalía nos obliga y lo da en 3 mil 500 la renta y luego la luz viene 2 mil 500, ya no sale", aseguró.
"Yo ya estoy por irme, tal vez hasta a mediados de mayo ya, porque ya no, estábamos esperando que nos lo bajaran un poco, porque ya salieron los contratos, pero con 3 mil 500 mensuales y medio año atrasado hay que pagar y de donde", mencionó la vendedora, por lo que aseguró que eso ya no es negocio para ella, por lo que optó por comenzar a abandonar este trabajo.
Así es como a diario vendedores que se encuentran en el parque central, tienen que luchar día a día para llevar el sustento to a su casa, pese a las circunstancias, siendo una labor difícil.
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