Las autoridades del nuevo gobierno federal fincarán las responsabilidades que sean y cuantas sean contra las constructoras que vendieron casas en malas condiciones a los derechohabientes del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) en sexenios pasados.
El director sectorial de los Trabajadores de esa dependencia, Mario Macías Robles, dijo ayer que por esa situación tienen identificadas tres empresas (algunas ya quebraron): Geo, Homex y Urbi. Ponen atención particularmente en la primera, pues algunos de sus exsocios “mañosamente” crearon firmas con un nombre diferente para continuar con la edificación y colocación de propiedades en el mercado con ayuda del crédito del Infonavit.
“Para que los paren (a los exaccionistas de Geo). Son demasiados cínicos para trabajar de esa manera. Van a parar sus operaciones, no es posible que sigan trabajando”, afirmó.
Informó que por esa y otras razones en Chiapas hay 479 casas abandonadas adquiridas por medio de préstamos del Instituto, en las que residían en conjunto 6 mil 587 personas. Hay múltiples quejas contra dos fraccionamientos en las que las obras corrieron a cargo de Geo. Montebello, ubicado en el municipio de Chiapa de Corzo, es uno de ellos.
Para la dependencia una vivienda sin habitar es aquella que está vacía y en cartera vencida. En todo México la presencia de propiedades con esas características afecta a 87 mil 512 sujetos, destacó.
El funcionario federal anunció que también pedirán una auditoría técnica y de campo del fideicomiso creado por la dependencia para costear los trabajos de servicios públicos a los fraccionamientos inconclusos.
Ahora está efectuándose un nuevo censo para conocer dónde están esas viviendas deficientes y saber quién construyó, ubicación y omisiones. Todas las responsabilidades serán fincadas si hay motivo, evidencia y vigencia. “No podemos hacer que no vemos”, puntualizó.
Macías Robles efectuó esas declaraciones durante una conferencia de prensa que brindó al concluir la reunión del Consejo Consultivo del Instituto en el estado, efectuada al mediodía en las oficinas de la delegación del Instituto en Tuxtla Gutiérrez.
Algunos exsocios de consorcios “mañosamente” crearon firmas con un nombre diferente para continuar con la edificación y colocación de propiedades en el mercado con ayuda el crédito Infonavit.