El piloto comercial de ala fija, José Antonio Camacho, en vuelo privado con una avioneta Cessna XB- IMI, dispersó semillas de árboles maderables en los ecosistemas de Chiapas, para contribuir en la reforestación de los bosques, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente.
Dijo que no es una iniciativa propia, la aprendió de Tailandia, pero este tipo de acciones es una responsabilidad de todos, reforestar no es exclusivo de los gobiernos, la sociedad debe aprender a proteger su entorno, no puede perder la oportunidad a sembrar desde las alturas.
Bien vale la pena intentarlo, se han sumado infinidad de gente de la sociedad civil, no participa ninguna dependencia pública, Rausel Ramírez, presidente de la Asociación Chiapaneca de Ingenieros Forestales, donó 13 mil simientes de la especie de cedro y da el asesoramiento.
Insistió Camacho que no se pueden tomar acciones ocurrentes para la reforestación, desafortunadamente los ecosistemas de Chiapas están altamente perturbados, es posible rescatarlos y por donde hay que poner especial atención son las Áreas Naturales Protegidas, que son un reservorio de la gran biodiversidad.
De acuerdo con el polito, existe la posibilidad muy alta que de las semillas espaciadas desde el avión se tenga una relevante germinación, obviamente hay depredadores naturales por el ciclo alimentario, muchos gérmenes pueden ser consumidas por algunas aves y otros animalitos.
Sin embargo, con la temporada de lluvias se tendrá éxito, creo que se podría hacer una campaña con éxito, por ello, invitó a todos aquellos que la sociedad que se involucren con responsabilidad en el cuidado de los recursos naturales, donde producía y sembraba arbolitos, dispersando semillas, dando mantenimiento a las plantaciones.
“Hagamos este tipo de actividades por el bien de México, el calentamiento global del planeta nos reclama unidad, organización y determinación; una muestra de ello es que los incendios forestales y de pastizales en este año nos han evidenciado la urgencia de restaurar nuestros bosques para que nos proporcionen mejores servicios ecosistémicos” señaló.
“Otro acontecimiento que me ha incentivado a esta labor son las temperaturas en la plataforma del Aeropuerto Internacional Ángel Albino Corzo, que genera 45 grados y es sofocante; por lo que, desde mi aeronave en la que gasto en combustible vale la pena hacer un intento de contribuir con el planeta”.