- Un tuxtleco creó un equipo que permite producir electricidadsin requerir agua, sol o viento.
Un chiapaneco tiene la solución para llevarelectricidad a todos los rincones del estado de manera segura,limpia y barata. Pero ni el gobierno ni la iniciativa privadaquieren apoyarlo. Hablamos del “Leoncito Tuxtleco 3”, ungenerador de energía autosostenida, es decir, un aparato queproduce electricidad sin necesidad de agua, sol o viento.
Su inventor, Lázaro León Domínguez, relata que laidea surgió a consecuencia de un problema que tuvo con laComisión Federal de Electricidad (CFE). Así, tras 21 años dearduo trabajo, tiempo en el que incluso remató su patrimonio parafinanciar los condensadores, filtros, bombillas y diagramas queempleó para cumplir con su cometido, presentó el “LeoncitoTuxtleco 1” que décadas después mejoró para derivar en el“Leoncito Tuxtleco 3”.
“Te quedas sin dinero y no te apoya nadie. Nigobierno ni empresarios. Tienes que hacerlo sólo tú”, dice elsexagenario ingeniero en electrónica analógica durante unaentrevista en el patio de su taller en el que forjó, según él,120 invenciones más.
Informa que la clave de ese dispositivo es labatería autorecargable que está en su interior y el sistema deenergía atómica que le da vida, el mismo que permite aprovecharlas decenas de átomos que están, por ejemplo, en un metro decable.
Por ello, el equipo puede trabajar día y nochedurante 21 años de manera ininterrumpida sin calentarse nicontaminarse. Un aparato 400 watts puede iluminar una casa y otrode mayor capacidad puede iluminar una ciudad entera. Seríafuncional en casos de emergencias como sismos, apagones oinundaciones. Si se produce en serie en versión manual o a controlremoto valdría seis mil pesos y fomentaría en dos años elnacimiento de 20 mil fuentes de empleo, afirmó.
Asegura que al presentar el “Leoncito Tuxtleco”al gobierno y el sector patronal sólo recibe desaires eindiferencia. Quizás es, infiere, porque piensan que el inventoserá competencia directa del servicio de la CFE, cuando enrealidad sólo es una alternativa. Cuenta que extranjeros leofrecieron millones de pesos para cederle sus derechos paraexplotar el dispositivo (el equipo está registrado ante elInstituto Mexicano de la Propiedad Industrial). Rechazó todas lasofertas porque, asegura, desea que el beneficio sea para el pueblomexicano y chiapaneco.
En pleno siglo XXI mucha gente no tiene electricidad.Las presas no son eternas; la producción de energía tampoco.“Un pueblo sin energía es un pueblo mediocre”, puntualiza.