Tras el hallazgo de cientos o miles de tubos de ensayo con muestras de sangre a las orillas del río La Venta en el municipio de Cintalapa lo que representa “un grave riesgo sanitario y ambiental para la población” que acude al lugar, ninguna de las autoridades estatales dijo nada al respecto.
Según algunos testigos en las últimas horas encontraron una bolsa negra de plástico y a lado un montón de tubos de cristal con sangre adentro, sellados con gomas rojas y expuestas al aire donde se aprecian notas con datos de los pacientes a quienes se les habría extraído sangre en algún laboratorio.
Sin embargo, a pesar de la gravedad del asunto, ni los encargados de la Jurisdicción Sanitaria a la que corresponde la zona Centro del estado, ni las secretarías de Salud y Protección Civil consultadas quisieron dar una opinión al respecto y menos decir que investigarían para identificar a los posibles responsables y a qué laboratorio, clínica u hospital público o privado pertenecen.
Sobre todo, porque de acuerdo con testigos fueron menores que jugaban a orillas de este importante afluente, los que habrían encontrado los tubos y husmearon en lo que aparentemente era basura.
Tanto funcionarios estatales como encargados de prensa de estas dependencias únicamente se limitaron a decir que o “no tenían información” o que “no estaban autorizados a decir nada a nadie”.
Esta actitud no es nueva y es recurrente, sobre todo cuando suceden hechos importantes que ameritan una respuesta seria e inmediata de las dependencias encargadas, en este caso las sanitarias.
La tarde del martes, un vehículo especializado de una empresa dedicada a recoger este tipo de residuos o materiales tóxicos que trabaja con la Secretaría de Salud acudió a recoger las muestras, aunque las personas encargadas no usaban trajes especiales ni dijeron nada a la prensa.
Pero este caso no es el único que ha habido en Chiapas, pues hay otros que merecen la pena recordarlos como contexto.
EN EL MUNICIPIO DE JIQUIPILAS
Hace algunos años en Jiquipilas hubo un caso similar donde el personal de una clínica privada se le hizo fácil tirar una gran cantidad de ajugas hipodérmicas con muestras al basurero municipal, lo delicado fue cuando personas que se dedican a levantar escombros se pincharon y algunos enfermaron.
Este hecho culminó con la detención de algunos y el cierre definitivo de la clínica en esa localidad.
En 2014, ocurrió otro en la 6ª oriente esquina con la 3ª norte en las inmediaciones del río Sabinal de la capital chiapaneca donde se encontró material de curación usado, jeringas y tubos de ensayo.
En el mismo año, esta vez sobre la antigua carretera al municipio de Ocozocoautla ocurrió un hecho similar. En ambos casos las autoridades abrieron carpetas de investigación.
Hasta el cierre de esta edición y a pesar de insistir en varias ocasiones, ninguna autoridad correspondiente dio una declaración al respecto, sobre los tubos hallados en el municipio de Cintalapa.