Para algunos afiliados a la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en el estado, la aprobación de la también llamada ley antiplásticos “económicamente nos hace muchísimo daño”.
El presidente del gremio en la entidad, Carlos Ernesto Orantes Vázquez, calificó como “muy poco” el tiempo para eliminar de manera total o parcial el plástico de un solo uso: 12 meses en términos generales y 18 meses para las grandes empresas. A eso hay que agregar la suspensión reorientación de inversiones.
“La maquinaria del sector plástico es muy costosa (…) muchos miles de millones de dólares. Estamos hablando de maquinaria muy sofisticada, de alta tecnología, que es sumamente costosa y que va a tener que haber cambios”, afirmó.
También, dijo, tanto gente usuaria como fabricante tendrá que investigar con qué material podrán sustituir al plástico, cómo y dónde conseguirlo, cómo producirlo y/o dónde está vendiéndose.
“Antes de aprobarla (la ley), debió haberse creado o otra alternativa para evitar o reducir el uso del plástico. Ya teniendo la alternativa del plástico ya nada más se les dice que utilicen tal plástico (…) El gremio del sector plástico está muy confundido porque de igual manera no fue consultado, no fue incluido en la solución del problema”, criticó.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que hasta 2014 en Chiapas existían 23 productores de plástico, de los cuales 12 estaban en Tuxtla Gutiérrez, cuatro de Tapachula, dos en Villaflores y Comitán de Domínguez, así como uno en Huixtla, Ocozocoautla de Espinosa y Berriozábal.
Además, en el estado hay representaciones de grandes compañías y micros, pequeño, medianos y grandes negocios locales que autoproducen el plástico que emplean, como refresqueras, embotelladoras y purificadoras de agua. “Hay una presencia muy fuerte”, según Orantes Vázquez.