Hasta más de 300 pesos costará en Tuxtla Gutiérrez la protagonista la tradición culinaria del 6 de enero: la rosca de reyes. Entre más grande y condimentada sea, el gasto será mayor, mismo que podrá extenderse si al partirla saca el Niño Dios.
En algunos supermercados del oriente de la capital que recorrió El Heraldo de Chiapas ese comestible está cotizándose entre 89 y 299 pesos. La más barata era una pieza chica enmielado, a 89 pesos; y la más onerosa uno gourmet (con relleno en su interior) de tamaño grande, a 299 pesos.
En esos establecimientos, el tamaño fue un factor determinante para el costo. La rosca chica estaba tasada en 89 pesos, en promedio, tarifa que llegaba a 178 pesos al ser grande y a 288 pesos en una jumbo. Los ingredientes también son un componente del importe. Una envinada, 145 pesos; la rellena con cajeta y chocolate, de 179 a 275 pesos; y la gourmet, 299 pesos.
Sin embargo, antes de comprar hay que comparar. Ese comestible en tamaño chico registra una diferencia de hasta 10 pesos en su valor entre negocio y negocio; mientras en la pieza grande la distancia entre precios es de hasta 100 pesos.
No obstante, en las panaderías “finas” el costo es oneroso sin importar el tamaño. Por ejemplo, una sucursal de una panadería de esa talla que también opera en el oriente de la ciudad ofrece la tradicional de 1.2 kilos en 250 pesos, la rellena con crema pastelera de 1.4 kilos a 285 pesos y la gourmet (rellena con queso crema y mermelada de zanahoria) en 380 pesos.
La rosca de reyes es uno de los alimentos que más están bajo el influjo del cristianismo. Su forma representa el amor eterno de Dios; las frutas secas evocan los obstáculos que impiden encontrar a Jesús; y los muñecos rememoran al recién nacido, el hijo de Dios, escondido en Egipto por María, su madre, en los tiempos del rey Herodes.
La partida de este comestible afín a la repostería, nació como una tradición pagana en el seno del imperio romano en el siglo III. La práctica llegó a Francia mil 100 años después, en donde fue adoptada por el cristianismo como un acto para conmemorar el pasaje del Nuevo Testamento de la Biblia que relata la visita de tres sabios al niño Jesús.
La costumbre llegó a México en el siglo XVI de la mano de los conquistadores españoles. Aquí quienes parten un pedazo de rosca con un muñeco en su interior deben costear un convivio con tamales y bebidas el 2 de febrero, día del festejo a la Virgen de la Candelaria.
Hay tres tipos de rosca: seca, rellena o envinada. Harina, huevo, mantequilla, polvo para hornear y los insumos elegidos para adornar son los ingredientes requeridos para elaborarla. Éstos son mezclados y amasados para posteriormente introducir los Niños Dios, hornear y decorar.
La Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) estima que al año en México hay una comercialización de dos millones de roscas que genera una derrama de 400 millones de pesos.
En esta ocasión, la rosca de reyes es uno de los productos más adquiridos con motivo del festejo de Día de Reyes, junto con juguetes, electrónicos (sobre todo videojuegos, teléfonos celulares, consolas electrónicas y lapotops), dulces, ropa y calzado, según la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur).