Tuxtla Gutiérrez, Chiapas - La señora Flor de María Jonapá representa la segunda generación de su familia dedicada a la elaboración de dulces tradicionales chiapanecos, una tradición que lleva más de medio siglo endulzando los paladares de la comunidad. Con 33 años de experiencia en esta noble labor, Flor de María sigue los pasos de su madre, doña María de Jesús Jonapá, quien ha dedicado 52 años de su vida a la creación de estos deliciosos manjares. Ambas son originarias del barrio San Francisco en Tuxtla Gutiérrez y comercializan sus productos en el Mercado Público Municipal Juan Sabines Gutiérrez.
La especialidad de Flor de María Jonapá es la elaboración de una amplia variedad de dulces tradicionales, incluyendo nanchi curtido, jocote curtido, papaya, garbanzo, durazno pasa o durazno prensado, higos, cupapé y suspiro. El proceso comienza con la obtención de la fruta fresca y la recolección de los ingredientes necesarios. Para el jocote y el nanchi, utiliza el "posch", un licor tradicional artesanal de los Altos de Chiapas, además de azúcar.
Además de sus dulces, Flor de María Jonapá también ofrece productos tradicionales chiapanecos como el tascalate y el pinol. El tascalate es un polvo a base de chocolate y maíz que se mezcla con agua, puede ser servido frío o caliente y es una bebida fresca típica de Chiapas. También exhibe miel orgánica que se puede utilizar en diversas preparaciones, como el pozol blanco con dulce o el pozol de cacao, e incluso algunos lo utilizan para endulzar su café.
Actualmente, la venta de los dulces tradicionales ha experimentado una disminución, por lo que la gente suele comprar temprano en el día. Sin embargo, el público varía, incluyendo a los habitantes locales de Tuxtla Gutiérrez, visitantes de otros municipios e incluso turistas que se acercan a su local en el Mercado Público Municipal Juan Sabines Gutiérrez.
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Flor de María Jonapá menciona que durante la Semana Santa, la demanda de garbanzo es especialmente alta, mientras que para noviembre, se concentra en la preparación de calabaza y manzanillita. En diciembre, el jocote y el nanchi son especialmente populares debido a la mistela que se forma con el licor y el azúcar, una bebida tradicional que se distribuye durante los rezos, particularmente en el novenario o docenario de la Virgen María de Guadalupe.
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La preparación de estos dulces tradicionales requiere una atención especial para lograr el sabor justo, ni demasiado dulce que empalague, ni demasiado simple que no atraiga a los consumidores. La clave está en encontrar el equilibrio perfecto que satisfaga los gustos de todos. El local de Flor de María Jonapá está abierto desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche, y la gente compra estos dulces en todo momento, disfrutando de una tradición que endulza la vida de Chiapas.