En el caso de la llamada “Estafa Maestra”, ni la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) ni la administración 2010-2014 tienen algo qué temer, porque los fondos ejecutados en ese intervalo “fueron bien aplicados”, dijo Jaime Valls Esponda, rector de la máxima casa de estudios en ese periodo.
Informó que en 2013 firmaron un convenio general con el gobierno federal, mientras que en ese mismo año y 2014 signaron acuerdos específicos con dicha instancia.
Los proyectos no fueron efectuados por empresas o agentes externos previa suscripción de contratos, sino por los propios integrantes de la comunidad escolar, como los estudiantes, “por medio de depósitos bancarios”. Los movimientos están sustentados. Las observaciones fueron solventadas con “resultados satisfactorios”.
Aunado a ello, los ejercicios en los que surgieron las presuntas irregularidades de ese caso no fueron ni 2012 ni de 2013. Además, mi gestión como rector concluyó el 3 de diciembre de 2014, aclaró.
Según diversos portales electrónicos, el caso de la “Estafa Maestra” surgió a raíz de las observaciones hechas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a las cuentas públicas de 2013 y 2014.
SE DICE ESTAR LIMPIO
-¿Usted está limpio de la “Estafa Maestra”? -preguntó un reportero.
-Por supuesto que sí. Nosotros cumplimos. Todas las auditorías están cerradas. Estamos dispuestos a aportar la información que requieran -contestó el ahora secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), durante una entrevista llevada a cabo previo a la inauguración de la Cumbre de Rectores México-Centroamérica.
Solicitó a las autoridades efectuar las investigaciones correspondientes para deslindar las responsabilidades. La ASF turnó los señalamientos a la Fiscalía General de la República (FGR). En los afiliados a la ANUIES hay voluntad para contribuir cuando sea pertinente; así como para continuar con su trabajo ordinario en el transcurso de las pesquisas.
“Lo importante no es afectar el prestigio de estas casas de estudios y que además hacen un trabajo para el crecimiento y desarrollo del país. Se vinculan con sectores productivos y a través de esa vinculación se puede hacer investigación, se puede innovar, se puede contribuir al desarrollo. Sí hay alguien que haya actuado mal que se cumpla con la ley”, puntualizó.
Los proyectos no fueron efectuados por empresas o agentes externos previa suscripción de contratos, sino por los propios integrantes de la comunidad escolar, como son los estudiantes.