*Indígenas de Aguacatenango, en el municipio deVenustiano Carranza, cortan la palma y la tejen para venderla enlos atrios de la iglesia
San Cristóbal de Las Casas.- Cientos de indígenasoriginarios de la comunidad Aguacatenango, municipio de VenustianoCarranza, viajaron desde tempranas horas a diferentes municipiosdel estado de Chiapas, como Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, SanCristóbal, Comitán, Palenque, entre otros, para ofrecer ramos queson usados para el Domingo de Ramos.
Uno de los vendedores que llegó a San Cristóbal deLas Casas y ofrece sus productos a un costado de la iglesia de laCatedral, señaló que fueron cientos las personas de dichacomunidad que se dirigieron a otras ciudades para la vendimia enestos días Sábado y Domingo.
“Cuando llega Semana Santa, nos preparamos, vamosal monte a cortar palma para venderla, ya que con la venta es queobtenemos un poco de paguita”, dijo Francisco Pérez Suárez,quien desde hace varios años acude a este lugar.
Acompañado de su esposa, aseguró que la tradiciónde tejer palma para la celebración católica del Domingo de Ramos,se ha hecho de generación en generación y que cada persona hamodificado para cada vez hacerlas “más llamativas” aunque elcosto no se modifica.
“Mi esposa desde que creció aprendió a trenzarlas palmas, sus papá le enseñó, yo estoy aprendiendo con miesposa, llevo aún hechas veinte palmas como en cinco minutos”,narró.
Pérez Suárez anexó que ellos viajan a SanCristóbal de Las Casas, Tuxtla Gutiérrez o a la Ciudad de Méxicopara vender estas ofrendas hechas con una palma que conocen con elnombre de “Poo”, que es recolectada en cerros aledaños deVenustiano Carranza, donde incluso en ocasiones viajan a pie parabuscarla, labor que les pude llevar un día entero.
Reveló que el costo de estas palmas va desde los 5 alos 10 pesos, que pueden ser en forma de cruz, tejidos en forma decanasta, flores o bien a algunos les agregan imágenes religiosas,lo que incrementa su costo.
Otros de los vendedores dijo que muchos en laactualidad simulan vender palmas y estar tejiéndolas, pero las quetienen imágenes, simplemente las revende, ya que no las fabricanellos, y el costo es más elevado.
Francisco Pérez reveló espera regresar a su casacon un promedio de un mil pesos por la venta de sus productos,además de que normalmente se dedica a la agricultura sembrandomaíz, frijoles o verduras, pero que en la temporada de cosechapasada, fue muy escasa y tienen que buscar otros medios paraobtener “dinero extra”:
“A mis hijos también les vamos a enseñar estatradición, porque así logramos algo para poder comer, es laprimera vez que yo vengo con mi mujer, ya que en otros años metocó vender en México”, acotó.
Por último dejó ver que a esta ciudad, llegó unaproximado de 50 familias, quienes se establecen en la Plaza de laPaz, Plazuela del Cerrillo, Guadalupe o bien en mercados como elPopular del Norte y el José Castillo Tiélemans.