Ubicado en la 19a. Sur y 4a. Poniente se encuentra don Herminio Mendoza Nucamendi, un señor de la tercera edad que, debido a las circunstancias difíciles, tuvo que cambiar su oficio de albañil por el de tejedor de atarrayas para la pesca, el cual es su único sustento.
Originario de Álvaro Obregón, municipio de Villaflores, don Herminio aprendió este oficio en la costa, donde se trasladó con su madre a los seis años. Sus implementos los cuelga de una rama de árbol, una cubeta y una silla sobre la banqueta, es como don Herminio comienza su trabajo diario, un proceso que puede tomar hasta dos meses para terminar una atarraya de dos metros de diámetro.
"Mes y medio de 2 metros, 20 centímetros...este se llama prolon, es de nylon y hay también de hilo plástico o hilo de seda", explica sobre el material que usa para tejer, el cual comenta que es caro y el proceso de elaboración no es fácil.
A pesar de su edad, don Herminio continúa tejiendo redes, pero lamentablemente, los ciudadanos, principalmente los pescadores, no han valorado su trabajo. "El rollo de material vale 180 pesos, y una red de 2 metros lleva 2 rollos, más el plomo y otros materiales, el costo total ronda los 800 pesos. Ofrezco las redes a 2300 pesos, pero muchos piensan que ya está hecho y no cuesta", señala.
Las ventas han bajado considerablemente y don Herminio batalla para el sustento diario. Aunque las composturas le ayudan a balancear un poco su economía, invita a los interesados en la pesca a que lo busquen y apoyen su comercio.
"Muy poca venta, más por ejemplo, así como esto es compostura y casi compostura si sale. Lo que es venta, muy poca; en el año vengo vendiendo como cuatro", concluye don Herminio.