Karla Gutiérrez, una mujer de 39 años originaria de Barquisimeto, Venezuela, ha recorrido un largo y desafiante camino desde que salió de su país el 17 de noviembre de 2023. Con ocho meses de viaje a sus espaldas, su objetivo es llegar a los Estados Unidos para construir un nuevo futuro después de que el gobierno de Nicolás Maduro expropiara sus bienes y dejara a su familia sin nada.
En su travesía por México, Karla y su pequeña hija de seis años, junto con su yerno y su hija mayor, se encuentran en Tuxtla Gutiérrez, solicitando la solidaridad de la población. Visten ropa con los colores de la bandera venezolana mientras caminan por las calles, esperando conseguir el apoyo necesario para continuar su viaje. Su hija mayor, veterinaria de profesión, busca contribuir en el cuidado de mascotas en EE. UU., mientras que la pequeña aspira a convertirse en gimnasta.
Karla, que antes era deportista, ha puesto en marcha una nueva fase de su vida en Colombia, donde ha comenzado a establecer las bases para fortalecer empresas familiares. La familia planea salir de Tuxtla Gutiérrez el próximo viernes para dirigirse a la Ciudad de México, donde tienen una cita programada con el Instituto Nacional de Migración y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, en busca de la documentación que necesitan para regularizar su estatus migratorio.
Desde su llegada a México por la frontera con Guatemala, han enfrentado dificultades para obtener los documentos necesarios. A pesar de ello, Karla se mantiene optimista y está en contacto con familiares en EE. UU., como un sobrino que ha logrado establecerse en Iuta y ayudar a la empresa familiar en Colombia. Su objetivo es reconstruir su empresa y establecer un futuro próspero para su familia en un entorno más estable.
En Venezuela, el entorno económico y político ha hecho imposible la reconstrucción de su empresa. Karla, que aún se considera joven, tiene la firme intención de triunfar en EE. UU., disfrutando de una vida mejor junto a sus hijos y nietos. A pesar de los desafíos, mantiene su fe en Dios y en la bondad de las personas. Pide paciencia y comprensión a la comunidad de Tuxtla Gutiérrez mientras su familia sigue adelante en busca de un nuevo comienzo.
El camino de Karla Gutiérrez es un testimonio de resiliencia y esperanza en medio de circunstancias adversas. Su historia resuena con el deseo de construir un futuro mejor y superar las dificultades que ha enfrentado a lo largo de su viaje.
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