Con todo y el arribo masivo de turistas en temporadas vacacionales como ésta, el estado registra al año una subocupación hotelera de 65 por ciento, según la Escuela Bancaria y Comercial, Campus Chiapas.
El docente de esa casa de estudios, Paul Eduardo Jiménez López, dijo que hasta 2017 la entidad contaba con mil dos centros de hospedaje que concentraban en conjunto 21 mil 912 cuartos. En ese ejercicio, el estado apuntó un promedio anual de ocupación hotelera de 35.40 por ciento, 18 por ciento menor en comparación con la media nacional.
“Hay una alta oferta de hospedaje que no se está explotando correctamente (…) Estamos hablando de un nivel de desocupación bastante alto, de alrededor de 65 por ciento”, afirmó.
Para aprovechar esa infraestructura, pidió fortalecer o crear más productos turísticos en las dos ramas de esa industria en la que Chiapas tiene relativo éxito y aún potencial: negocios y aventura.
El primero genera una derrama cuatro veces mayor que el turismo tradicional, además de que estimula la estadía en temporadas bajas; el segundo, por su parte, provoca un gasto per cápita de tres mil dólares y una estancia promedio de ocho días, destacó.
El académico afirmó que esas acciones deben acompañarse de inversiones para mejorar las condiciones en la que operan los centros ecoturísticos; trabajo conjunto entre el gobierno y empresarios; más y/o mejor promoción y capacitación a prestadores de servicios; así como, diagnósticos que establezcan por qué ha bajado el flujo de paseantes en la entidad en los últimos años.
“De nada servirá tener una buena oferta turística sin promoción y sin conocer cuáles son las expectativas de los consumidores”, puntualizó.
La Secretaría de Turismo del estado (Sectur) informó que el año pasado, Chiapas matriculó una afluencia de seis millones 620 mil 42 visitantes. Representó una merma de tres puntos porcentuales en comparación con 2017. La tasa promedio estatal de ocupación hotelera fue de 41 por ciento, un punto porcentual por debajo del ejercicio anterior.
De nada servirá tener una buena oferta turística sin promoción y sin conocer cuáles son las expectativas de los consumidores