La mayoría de las mujeres migrantes que llegan a la ciudad luego de cruzar Centroamérica y la selva de El Darién, conocida como la más peligrosa del mundo llegan enfermas y no tienen acceso a la atención medica, indicó Fabiola Díaz, presidenta de la Fundación Chiapaneca para Mujeres Migrantes (Chimumi).
Explicó que basado en un trabajo de investigación que realizaron como fundación con 500 mujeres de origen hondureño, salvadoreño y guatemalteco en el tema de salud, el 90 por ciento de ellas dijeron no tener acceso al servicio médico en Tapachula y por ende, en México.
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“El trabajo se hizo en mujeres entre los 15 y 49 años de edad que presentan algún tipo de problema de salud, ya sea hormonal como menopausia, problemas de la matriz, tumores, miomas, embarazos, además de una serie de síntomas de enfermedades respiratorias”, expresó.
Enfatizó que las mujeres migrantes que llegan a México, manifiestan muchos problemas de salud; sin embargo, no existe un programa de atención de parte de las instituciones gubernamentales de este país como el DIF, ISSSTE, IMSS, así como los diferentes hospitales o clínicas de la Secretaría de Salud.
Las mujeres migrantes llegan sin dinero para comprar sus medicamentos y a pesar de su precaria salud, se ven obligadas por la necesidad a vivir en condiciones inhumanas en el campamento improvisado al sur de la ciudad.
Y es que muchas de ellas al momento de salir de su país de origen pueden no presentar ningún síntoma, ni saber si tienen algún problema de salud, pero debido a las condiciones a largo de su travesía hasta llegar a Tapachula, pueden llegar a manifestar los padecimientos.
La especialista en psicología, precisó que es necesario que las autoridades de México hagan un plan para atender la salud de éstas mujeres, de esa manera también se cuida la de la población local.
“Las autoridades federales, estatales y municipales, no dimensionan los problemas que contrae el no atender la salud de las mujeres migrantes que llegan la ciudad” abundó.
Destacó que la atención a la salud se debe dar, principalmente porque en los flujos migratorios entre las mujeres también llegan menores de edad con distintos padecimientos contraídos durante su tránsito por la ruta migratoria de Centroamérica y Sudamérica.
Al concluir, dijo, que es importante atender las enfermedades patológicas de las mujeres, además de su salud mental, ya que, atraviesan por situaciones como robo, agresiones, violaciones y muchas de ellas incluso llegan a ser víctimas del crimen organizado.