Las secuelas del Covid-19 siguen presente, para muchos el llanto y la tristeza por la perdida de un ser querido, otros de acuerdo con las comorbilidades, presentan calor recurrente en su cuerpo, otros hinchazón, cansancio, agotamiento físico, hay quienes no le dan importancia a síntomas de gripa, ni creen que puede ser alguna reacción de la enfermedad que llegó a Chiapas en febrero del 2020 y cambio los estilos de vida de la población.
En ese sentido, Jesús, una enfermera del sector público, cuenta que las secuelas fuertes de la enfermedad siempre estarán en su vida y en la de sus seres queridos, en el 2020 perdieron la vida nueve integrantes de su familia, entre primos, tíos y sobrinos, la nueva normalidad sigue presente, medida de seguridad sanitaria, el uso del cubrebocas, la aplicación frecuente de sanitización, lavado de manos y la sana distancia.
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A su vez, Nely, que vive al poniente de Terán en Tuxtla Gutiérrez, cuenta que las secuelas para ella están presentes, aunque ya no le da importancia, pero ha causado el aislamiento con su esposo, debido a que por su complexión, le causa mucho calor, de acuerdo con estudios médicos, se irá diluyendo pero pasará algo de tiempo, no requiere de medicación.
Marcos y Lidia padecen una de las más grandes secuelas, el se contagió pero lo superó, lo que no alcanzan a superar es la perdida de su hijo de 30 años que se contagio en la misma casa, que fue hospitalizado y no la libró, el cuenta que ha quedado bien, no siente ninguna reacción de la enfermedad, nunca más fue al medido después de haber sido dado de alta en el 2021 de una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social en Tuxtla Gutiérrez.
Un pastor adventista, Moisés, del norte de Tuxtla Gutiérrez, presentó la enfermedad en el 2020, lo mismo que su esposa y dos menores hijos, pero después de las complicaciones superaron esa emergencia y nunca más volvería medicarse por el Covid-19, cuenta que su estilo de vida los ha sacado adelante, no consumir carnes rojas, grasas, enlatados y si muchas frutas y verduras.
Daniel, del municipio de Ocozocoautla de Espinosa, de 58 años de edad, recibe atención médica molecular, debido a las secuelas del Covid-19, presenta hinchazón de su organismo, daños en el hidalgo y riñones, según el diagnóstico, está recibiendo tratamiento adecuado a tiempo, es decir, es posible superar la enfermedad.
Un docente de Chiapa de Corzo, con centro de trabajo en San Cristóbal de Las Casas, Manuel, cuenta que no ha tenido secuelas, al menos no las ha identificado por ahora, a pesar de que tener diabetes en los últimos cinco años, presentó Covid-19 a finales del 2021 y posteriormente no ha tenido que volver al médico.