San Cristóbal de Las Casas.- “Un conjunto especial de estudios recientes sobre el destino de los ecosistemas de agua dulce que se publicó el pasado 12 de mayo en la revista científica Sustainability, muestra que solo el 17% de los ríos del mundo son libres de infraestructura que afecte el régimen de caudales (free-flowing en inglés) y están dentro de zonas protegidas, lo que deja al resto de estos sistemas altamente amenazados y a las especies que dependen de ellos en riesgo”.
Lo anterior lo dio a conocer en un comunicado El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) en el que comparten lo dicho por Ian Harrison, especialista de agua dulce en Conservación Internacional, pues “las especies de agua dulce se han reducido en un 84 por ciento en promedio desde 1970, siendo la degradación de los ríos la causa principal de esta disminución. Como fuente de alimento de cientos de millones de personas, necesitamos revertir esta tendencia”.
“Los ríos libres y otros ecosistemas de agua dulce naturales mantienen la biodiversidad y la cadena de suministro de alimento, el agua potable, las economías y las culturas de miles de millones de personas en todo el mundo. Por ende, su protección es crítica para mantener estos valores”, dijo Jonathan Higgins, asesor científico principal de agua dulce en The Nature Conservancy.
Señalan que México destaca por la evaluación del desempeño de las reservas de agua establecidas donde cerca de 300 cuencas; “Estas reservas consisten en un volumen anual de agua destinado a permanecer en el ambiente para la protección ecológica según la Ley de Aguas Nacionales. El estudio muestra que cerca del 75% de los casos las reservas establecidas alcanzan niveles aceptables de consistencia conforme a los volúmenes teóricos a partir de métodos detallados de evaluación”.
En este sentido, Sergio Salinas Rodríguez, investigador asociado de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) adscrito al Grupo de Manejo de Cuencas y Zonas Costeras del Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad, indicó que “el conocimiento generado en el país y el avance logrado a la fecha es invaluable porque brindan un capital que implica tanto información robusta para la ciencia y práctica de los caudales ecológicos como certeza de protección administrativa en más de 44,000 km de ríos libres con todo el potencial como instrumento de manejo del agua para la conservación y conectividad de los ecosistemas acuáticos”.
El también investigador invitado del Departamento de Manejo de Recursos Hídricos en Delft University of Technology agregó que “aún falta evaluar o validar la calidad de los caudales ecológicos en otras zonas de reserva pues no todas alcanzan el nivel de detalle ni protección del río Usumacinta. Asimismo, urgen instrumentos complementarios para garantizar la implementación de las reservas en régimen (p.e. reglamentos) y un sistema de monitoreo socioambiental desarrollado e implementado con las comunidades rurales para evaluar su desempeño en sitio.
“Mientras que el 17% de todos los ríos libre están dentro de áreas protegidas, en la mayoría de los países el nivel de protección de ríos más grandes es mucho más bajo”, comentó Jeff Opperman, científico principal de agua dulce de WWF, “y estos grandes ríos son cruciales para apoyar pesquerías que apoyan a las comunidades locales.”