El río Sabinal, que serpentea de poniente a oriente a través de Tuxtla Gutiérrez, enfrenta una serie de problemáticas ambientales que exigen una visión de futuro y un enfoque integral. Para abordar estas preocupaciones, se ha propuesto la creación de un Corredor Biológico que vaya más allá de las modas y filiaciones temporales, buscando un compromiso continuo de las instituciones involucradas.
El presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana, Efraín Bustamante Mendoza, ha presentado una ambiciosa propuesta para revitalizar el río Sabinal. Esta iniciativa consiste en convertir el río en un Corredor Biológico que abarcaría un trayecto desde su punto de origen en el municipio de Berriozábal y sus afluentes, hasta su desembocadura en las aguas del Grijalva. El objetivo principal es no solo rescatar el río, sino también preservar la fauna y flora endémica de la región, transformando el río en un pulmón ecológico y una zona de amortiguamiento forestal.
El enfoque de la propuesta se basa en el respeto por el entorno natural del río, permitiendo una filtración óptima de las aguas y brindando la oportunidad de que las riveras recobren vida. El proyecto se fundamenta en principios ambientales hídricos, geológicos, botánicos y zoológicos sólidamente respaldados por especialistas en estas áreas. Uno de los pilares fundamentales sería la reforestación de las márgenes del río con especies nativas, lo que revitalizaría los puntos de refugio de las especies de aves en la cuenca del río.
La transformación del ecosistema también requeriría medidas concretas en línea con la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, incluyendo la eliminación de las descargas de aguas residuales domésticas y la reducción de la contaminación ambiental. Esto no solo mejoraría la calidad del agua del río, sino que también tendría un impacto positivo en el entorno circundante.
Efraín Bustamante Mendoza enfatiza que este tipo de proyectos de gran envergadura no necesariamente exigen una inversión millonaria, sino más bien el compromiso sostenido de diversas administraciones municipales. Para lograrlo, sería necesario el apoyo y la colaboración de grupos especializados en campos como urbanismo, medio ambiente, hidrografía, ingeniería de puentes y embovedados, botánica y zoología, entre otros.
La implementación exitosa del Corredor Biológico del río Sabinal no solo ofrecería un espacio de esparcimiento para los ciudadanos a lo largo de sus márgenes, sino que también promovería la biodiversidad y la sustentabilidad en la región. Además, este proyecto podría contribuir a la reducción de las temperaturas en la capital chiapaneca en uno o dos grados centígrados, ofreciendo un alivio bienvenido en un entorno urbano cada vez más caluroso.