Al hablar de lenguas vernáculas con origen en la entidad el fatalismo debe desaparecer. Así como algunas se extinguieron o están por hacerlo, otras se revitalizaron y gracias al movimiento poblacional que distingue a los tiempos actuales ahora tienen presencia no sólo en otras partes de México sino también en América del Norte y Europa, de acuerdo con el docente de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), Juan Ramón Álvarez Vázquez.
Durante una ponencia que disertó ayer en el Museo Regional de Chiapas, como parte de la conmemoración del Día de las Lenguas Maternas, dijo que a raíz de la erupción del volcán “Chichonal” colonias de zoques fueron reubicadas en Jalisco; mientras que por la actividad económica hay tsotsiles en prácticamente todo el país, Estados Unidos, Canadá y Europa.
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Algunos sistemas de comunicación originarios terminaron perdiéndose y al mismo tiempo otros renacieron y se diversificaron hasta llegar a otras fronteras. “En vez de pensarlo de manera negativa, también hay que pensar que otras lenguas están tomando otros bríos. Es importante reconocernos como descendientes de población originaria”, afirmó.
El académico refirió que en la entidad existen 13 etnias, cada una con su propio sistema de comunicación. Las lenguas están divididas en dos familias: mixe-zoque y maya. A la primera pertenece el zoque. Tsotsil, tseltal, tojolabal, chol, cackchiquel, kanjobal, acalteco, mochó, mam y lacandón forman parte de la segunda.
Los 68 sistemas lingüísticos aborígenes hablados en el país -uno por cada grupo indígena- están divididos en 11 familias; además, aglutinan en total a siete millones de personas. La cantidad de lenguas vernáculas es inexacta, debido al lugar de residencia de quienes los dominan. Los estados del Norte y del Sur como Chiapas tienen presencia de sistemas de comunicación de grupos humanos que residen en Estados Unidos y Canadá, ejemplificó.
Aseguró que la riqueza lingüística de México es reflejo de la abundancia que en el mismo rubro el país tuvo en el pasado, cuando formaba parte de Mesoamérica, una región que abarcaba desde el norte de México hasta la frontera entre Nicaragua y Costa Rica. En esa zona la estimación es que existían 16 grupos lingüísticos. La única manera de conservar esa pluralidad lingüística es por medio del fortalecimiento de las políticas culturales, puntualizó.
/AP