En Tuxtla Gutiérrez, han transcurrido 39 años desde que se inició un proyecto de rescate del río Sabinal que aún no ha sido concluido. La principal causa de esta falta de progreso radica en la ausencia de una planificación sólida y la discontinuidad en la ejecución de las medidas propuestas. El principal desafío se centra en las descargas de aguas residuales que son vertidas al río, el cual cruza la ciudad de oeste a este y finalmente desemboca en el río Grijalva. Esta problemática fue planteada por el experto en desarrollo urbano del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Carlos León Chanona.
Desde el Consejo de Cuenca del Río Sabinal, se han presentado propuestas a lo largo de muchos años para rescatar el río. Estas propuestas incluían la construcción de pequeñas presas en zonas elevadas para controlar el flujo de agua aguas abajo y posiblemente tratarla. Sin embargo, estas medidas no se han materializado debido a la falta de una planificación detallada y consensuada.
El especialista enfatiza que el valor de vida de los habitantes de Tuxtla Gutiérrez está estrechamente vinculado a los espacios públicos, como parques y orillas del río Sabinal, que podrían ser utilizados para actividades recreativas. Lamentablemente, cada administración municipal ha fallado en mantener una continuidad en las acciones en estas áreas ribereñas.
Cada alcalde tiene su enfoque y visión única respecto al río Sabinal, lo que lleva a la implementación de diferentes pavimentos, barandales y luminarias en cada periodo. Esto ha resultado en la falta de coherencia y continuidad en los proyectos a lo largo del tiempo. A pesar de los esfuerzos realizados desde 1984, aún persisten las aguas residuales en el río Sabinal, y la falta de consistencia en los esfuerzos de rescate y saneamiento es la principal causa de esta situación.
Guillermo Sánchez, miembro del colectivo ambientalista Heliomaster, señala que el crecimiento desordenado de la población ha llevado a la ocupación de las áreas aledañas al río Sabinal para construcción de viviendas, edificios y muros de contención. Esto ha resultado en la degradación de las riberas del río, que antes albergaban playas de arena, limo y material orgánico, así como los majestuosos árboles de Sabino.
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El Río Sabinal, que cruza Tuxtla Gutiérrez de oeste a este, tiene su origen en las zonas altas de Berriozábal y desemboca en el Parque Nacional Cañón del Sumidero. A lo largo de los siglos, la población de árboles de Sabino ha disminuido gradualmente debido a la ocupación humana. El colectivo Heliomaster está llevando a cabo investigaciones que han revelado la extinción local de los árboles de Sabino en la ciudad, lo que implica que podrían desaparecer por completo si no se toman medidas urgentes para establecer nuevos ejemplares.
A principios de este año, el ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez inició labores de limpieza y desazolve del Río Sabinal, abarcando desde la 11ª Poniente hasta la 4ª Oriente. Esta iniciativa tiene como objetivo mejorar la calidad del agua del río y eliminar las descargas de aguas residuales mediante acciones de saneamiento. Durante el año anterior, se retiraron más de 3,949 toneladas de sedimentos del río.
El Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado también está realizando mejoras en el sistema de drenaje de la ciudad, incluyendo el colector marginal izquierdo del río Sabinal. Estas acciones buscan evitar la contaminación de la zona y ampliar la capacidad de captación de aguas residuales. En algunas áreas, la población utiliza caminos en las orillas del río para transitar, mientras se implementan estas medidas de saneamiento.