“En Chiapas el consumo de café es bajo, estamos entre los peores consumidores, principalmente soluble, no consumimos ni medio kilogramo de café al año, a pesar de que en 88 municipios se cultivan 250 mil hectáreas en cuatro mil 200 comunidades con un volumen de un millón 300 mil quintales”, dijo el ambientalista Efraín Orantes Abadía.
El productor del grano en una superficie de mil 600 hectáreas en Arroyo Negro municipio de La Concordia, en la Reserva de la Biósfera “El Triunfo”, afirmó que la actividad requiere de un fuerte impulso del Estado mexicano para renovación de cultivos, elevar la producción, así como combatir plagas y enfermedades.
Llamó a las instituciones públicas a reconocer la aportación de los cafetales en la regulación de climas, conservación de suelos y agua e impulsar la reactivación para conquistar nuevos nichos de mercados para superar los vaivenes de los precios internacionales.
“Con la reactivación de la cafeticultura se podría emplear a trabajadores agrícolas migratorios procedentes de Centroamérica para la cosecha del grano, por lo que el incentivo debe comenzar para bancos de germoplasma, viveros, producción de plántulas y renovación de cultivos.
La forma de rescatar a la cafeticultura es especializando al productor, conquistar nuevos mercados, implementar nuevas alternativas de producción, conservación de cuencas hidrológicas y estudios de suelos y aguas”, consideró.