La noticia sobre la multa y retención de una unidad automovilística que funcionaba como Uber el pasado martes 19 cuando inicio operaciones la empresa Uber en Tuxtla Gutiérrez, desató el enojo de la población de esta ciudad capital que se siente decepcionada ante el actuar de las autoridades que parecen proteger los intereses de los conocidos como “pulpos del transporte”.
La autoridad asegura que no hay un soporte legal para el funcionamiento de la plataforma, mientras que los transportistas organizados reiteradamente han indicado su postura en contra de la operación de esta plataforma en la ciudad a menos, dicen, que el servicio sea proporcionado por autos debidamente concesionados, es decir, los taxis que ya funcionan en la ciudad.
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En redes sociales el descontento es palpable, las personas hacen comparativos de precios entre lo que cobra un taxi habitual y lo que indica la plataforma que cobraría un servicio de Uber lo que suele estar a la mitad del costo.
Hay quienes realizan análisis comparativos entre un servicio y otro, limpieza, calidad, servicio son puntos a tener en cuenta pero también los gastos de los choferes, y es que, a pesar de la defensa que hacen sobre que el servicio lo deben dar “verdaderos transportistas”, la realidad es que la mayoría de las concesiones están en manos de unos cuantos que rentan las placas o tienen choferes que deben pagar entre otras cosas: La “cuenta”, se trata de un porcentaje definido por el dueño de las placas, una cantidad fija diaria que el chofer debe entregar al concluir su turno diariamente y que en reiteradas ocasiones se ha denunciado como alta.
Los taxistas además deben entregar las unidades con el tanque de gasolina lleno o llenarlo de su bolsillo al recibirlo, a veces deben, incluso, pagar reparaciones, la limpieza de la unidad y lo que les quede, luego de jornadas de trabajo de entre 12 y 24 horas entonces, es su “ganancia”.
Mientras que, en la plataforma de Uber, el chofer aporta a la app un porcentaje únicamente si realiza viajes, de lo contrario, no tiene que aportar nada, aunque sí los gastos del vehículo los absorbe por completo, la cuota que da a la empresa es mucho menor y le permite un mejor servicio a los usuarios.
Por el momento, en los primeros días de operaciones, la polémica sigue no sólo entre los transportistas sino también en redes sociales de usuarios que incluso han comenzado a impulsar el hashtag #BienvenidoUberaTuxtla.