Recursos hídricos de Chiapas amenazados por la contaminación

La entidad cuenta con 110 mil hectáreas de aguas continentales, 260 kilómetros de litoral, 96 mil kilómetros cuadrados de mar patrimonial, 75 mil 210 hectáreas de esteros y 10 sistemas lagunarios

LENNYN FLORES

  · martes 28 de mayo de 2019

Pese a que Chapas cuenta con recursos hidrológicos que representan el 10 por ciento del agua del país, muchos afluentes no tienen la calidad necesaria debido a la contaminación, reconoció José Alfredo García Bermúdez, director del Instituto Estatal del Agua.

Durante una reunión con estudiantes y docentes de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), dijo que es necesario hacer esfuerzos para limpiar y proteger los abundantes recursos hidrológicos de la entidad, el cual cuenta con 110 mil hectáreas de aguas continentales, 260 kilómetros de litoral, 96 mil kilómetros cuadrados de mar patrimonial, 75 mil 210 hectáreas de esteros y 10 sistemas lagunarios.

“A pesar de esos vastos recursos hídricos con que cuenta nuestro estado, la abundancia que la entidad tiene como simbolismo refleja no sólo a nivel nacional sino internacional; hay que reconocer que el manejo que se le ha dado no han sido eficientes”.

Por ello –apuntó–, desde el Instituto Estatal del Agua con el acompañamiento de otras instancias federales, estatales, municipales e internacionales y universidades, buscan estrategias que reviertan esta situación: “Pero debemos caminar unidos, no más espacios para que cada quien haga lo que quiera y se vaya aparte”.



Continuó: “Hoy por hoy, tanto en áreas urbanas como en las rurales, la población recibe un mal o nulo servicio de saneamiento, potabilización y distribución del líquido”, abundó.

Agregó que en la actualidad sólo 50 municipios tienen un organismo operador y apenas hay 188 plantas de tratamientos de aguas residuales, de las cuales nada más operan 13; por otro lado –señaló-, sólo se disponen de nueve plantas potabilizadoras, de las cuales operan cinco.

El funcionario estatal reconoció que los datos reflejan la falta de interés y capacidad para operar eficientemente los sistemas de agua potable y saneamiento; así como la escasa atención que existe hacia a la sociedad y que los expone a enfermedades de origen hídricos.