Los ayuntamientos de Tzimol, Comitán de Domínguez y Socoltenango junto a representantes de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) firmaron este viernes 27 de enero un convenio de colaboración para el saneamiento del río San Vicente, en una cuenca hidrológica de la región, que comparten los tres territorios, esto ante la petición de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), debido a una queja de la ciudadanía ante la contaminación por las descargas de aguas negras.
El director del Organismo de Cuenca Frontera Sur de la CONAGUA, Felipe Irineo Pérez, reconoció que los tres municipios vierten sus descargas de aguas residuales al afluente y con ello generan un alto riesgo a la salud de la población, por ello se inició el camino para su atención que deberá ser de fondo y este proceso en su momento se hará del conocimiento de la CNDH que hizo la recomendación número 159/2022 el 29 de julio del 2022.
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La población de la región se quejó ante la CNDH de la violación a los derechos humanos al medio ambiente sano, ante la falta de rellenos sanitarios, plantas de tratamientos de aguas residuales y la inadecuada gestión del tratamiento de los residuos sólidos.
Comitán de Domínguez tiene una población de 166 mil 178 habitantes, mientras que Tzimol 16 mil 600 y en Socoltenango hay aproximadamente 20 mil habitantes, desafortunadamente en los tres existe la falta de infraestructura hidráulica, por ello la CNDH exigen generar las soluciones para el saneamiento del río con plantas de tratamientos de aguas residuales y rellenos sanitarios para el destino final adecuado de la basura.
Felipe Irineo Pérez reconoció que la inversión para el desarrollo de la infraestructura será elevada, la recomendación se acata en su justa dimensión y se requiere al menos una planta de tratamiento de aguas residuales en cada uno de los municipios, pero también deberá construirse en las localidades más grandes que también realizan descargas de aguas residuales al afluente, lo siguiente deberá ser un relleno sanitario por cada localidad.
Aclaró que no puede ser una planta de tratamiento de aguas residuales regional, ni un relleno sanitario regional para los tres, pues el problema no es cosa menor. La supervisión estará a cargo de la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa), no será un solo modelo, dependerá de la topografía y eso dependerá de las condiciones geográficas.
Una planta de tratamiento de aguas residuales con capacidad para el tratamiento de 120 litros de aguas por segundo tiene un costo aproximado de 150 millones de pesos entre los gobiernos federal, estatal y municipal. Para la cuenca del río San Vicente se tiene que realizar primero los estudios para saber el tamaño de la planta y del relleno sanitario que se necesitan.
En el convenio estuvieron presentes José Altúzar Jiménez, presidente municipal de Tzimol; Mario Antonio Guillén Domínguez, presidente municipal de Comitán de Domínguez y Juan Carlos Morales Hernández, presidente municipal de Socoltenango, que reconocieron que también deberá abordarse de manera integral el problema de la degradación de los ecosistemas con una gran reforestación.
Por su parte, José Altúzar Jiménez, presidente municipal de Tzimol, abundó que el río nace en su municipio pero tiene más de 40 cascadas, la más hermosa y visitada por los turistas nacionales e internacionales es "La Cascada el Chiflón".