La actividad cafetalera representa una de las grandes oportunidades para reactivar la economía del campo, debido a que está presente en 88 municipios, casi 3 mil comunidades, e involucra a un promedio de 170 mil familias y en toda la cadena productiva, desde la siembra hasta el consumo, involucra a un millón de personas.
Así lo señaló Leyver Martínez González, miembro de la Unión Nacional de Productores de Café de la Confederación Nacional Campesina (CNC), al considerar que el programa federal “Sembrando Vida”, que plantea la reforestación de los ecosistemas, la siembra de plantas frutales y maderables, debe incluir al sector para impulsar una transformación de los campos cafetaleros.
Apuntó que la reactivación de la cafeticultura requiere de una planeación integral que aborde la investigación científica, la transferencia de tecnología, el acompañamiento en campo de los productores para el fortalecimiento de las labores culturales, establecimiento de un banco de germoplasma que recupere las semillas criollas, viveros regionales, producción de plantas y renovación de cultivos.
Dijo que una de las formas de prevenir las plagas y enfermedades es con las actividades culturales y la asistencia técnica, para estar en posibilidades de elevar la producción, los rendimientos por hectárea, calidad, precios y exportación, solo esta actividad podría ingresar a la economía estatal por ciclo productivo mil 500 millones de dólares, ahora únicamente aporta 300.
Aplaudió la designación de Zaynia Andrea Gil Vázquez, como secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca, y consideró que le debe ir bien, porque al campo le debe ir mejor.
La cafeticultura es la actividad más importante de la actividad agropecuaria, exporta a diversos mercados mundiales, se han certificado miles de hectáreas de las que se obtienen unos 600 mil sacos orgánicos del millón y medio que se cosecha en las 245 mil hectáreas, que han aportado marcas registradas conocidas y demandadas por el mundo.