Las condiciones de inseguridad en Tuxtla Gutiérrez preocupan a la población, que no puede salir con tranquilidad de su casa, de su centro de trabajo, o cuando los hijos van a la escuela o al trabajo, ya que se quedan con la preocupación y están pendientes en el teléfono, en algunos casos con videollamadas.
Don Francisco Jeremías Moreno Ruiz comenta que siempre le preocupa su familia, a quienes constantemente les pide que se cuiden, que salgan con la bendición de Dios, ya que en cualquier momento pueden estar platicando y, al siguiente, no saber de su destino.
“No solo estamos expuestos a una caída, un infarto o un accidente, también a la inseguridad en la ciudad, eso preocupa. Cuando los hijos y sobrinos salen de casa me avisan y también cuando llegan a su destino. Ya cuando salgo para regresar a casa, siempre nos bendecimos y estamos pendientes de que regresemos. Tenemos que estar pendientes de todos, y le pido a la gente que se cuide”, abundó.
Mientras tanto, Marcela Reyes señala que lo que está viviendo Tuxtla Gutiérrez no es algo menor, debido a la inseguridad. Cuando los hijos o esposo salen de casa, lo que piensa es que ojalá lleguen con bien al trabajo y a la escuela. “Todos tenemos que ser muy preventivos, prevenir los delitos y otros escenarios que pueden suceder en la sociedad”.
“También tenemos que estar muy bien informados de lo que pasa y, a partir de esa información, hacer un plan de cuidado. No salir a altas horas de la noche o de madrugada. Aquellos que tienen que tomar el colectivo deben estar en compañía de sus hijos, cuidar a los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos mayores, y tener informados a los padres y amigos sobre los lugares donde están”, dijo.
Por su parte, Irene Hernández Sánchez comenta que, cuando se queda trabajando en casa, y sus hijos salen a la escuela o al trabajo, siempre piensa mucho en ellos, al igual que su esposo. “Le preocupa lo que pasa en la capital de Chiapas y siempre está deseando que los suyos regresen con bien al hogar”.
Les pide a la población que haga lo mismo. Ella siempre sabe dónde están sus hijos, y cuando llegan de la escuela o del trabajo, es ella quien les sirve la comida. Para ello, siempre se comunican, se envían mensajes y se hacen videollamadas. “Cuando van a regresar tarde, también me informan. Para mí es una forma de cuidarse y de prevenirse de los acontecimientos que preocupan”, concluyó.
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