En vísperas de que arranque operaciones, la Guardia Nacional divide a la iniciativa privada (IP) y a la sociedad organizada. Unos sectores esperan a la corporación con los brazos abiertos, otros miran con recelo esta acción de la estrategia de seguridad de las nuevas autoridades del gobierno federal.
Para el miembro honorario del Consejo Directivo de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en el estado, Enoch Gutiérrez Cruz, aunque fue aprobada por unanimidad en el Congreso de la Unión, la creación de un grupo con esas características conlleva un riesgo, con base en el desempeño que corporaciones similares tuvieron en otros países de América Latina.
—¿Hay riesgo de que la Guardia Nacional sea la Gendarmería Nacional constituida en el sexenio pasado?
—Sí, aquí vivimos permanentemente en riesgos. Por ello, debemos aprender a construir los contrapesos del poder, en este caso, el Poder Ejecutivo.
Por su parte, el presidente del Centro Empresarial de Chiapas (Cech), Isaías Alfaro Castellanos, dio el beneficio de la duda a esa nueva agrupación en momentos que, según él, Chiapas registra aumentos extraordinarios en los ilícitos.
“La esperanza dicta que va a funcionar por el bien de nosotros. Definitivamente hoy estamos viendo repuntes de delincuencia que antes no veíamos. Ya lo estamos sintiendo. Antes nos platicaban, pero hoy lo vemos en las personas allegadas, con nuestros familiares mismos. Ellos están viviendo la delincuencia”, afirmó.
POSTURA ESCÉPTICA
En tanto, el integrante del Observatorio Nacional Ciudadano, Leonel Fernández Novelo, dijo que el plan de seguridad de la nueva administración federal no es acorde con las necesidades en la materia de los últimos 20 años, como tampoco de las sugerencias al respecto. No hay evidencia que contribuirá a la disminución de los ilícitos. Las políticas públicas cambiarán –aclaró– hasta que haya un cambio de paradigma.
“Los siguientes años esperamos que haya más violencia. No hay evidencia para afirmar que en 2019 vaya a bajar. Por el contrario, por ahí vemos que puede ser un año más violento que el que acaba de terminar”, afirmó.
Para él, en materia de seguridad pública, las autoridades deben volver a ver el ámbito local, analizar y determinar qué genera la incidencia delictiva y replicar las acciones hechas que arrojaron resultados positivos.
“Si pretendemos mantener acciones de fuerza es como pretender matar moscas con escopetas, lo cual va a generar mucho más daño que beneficio (…) La mejor forma de resolver el problema de seguridad es entender qué es lo que está pasando, distinguir por qué están aumentando ciertos delitos, cuáles son sus características y actuar en consecuencia, actuar con evidencia. Mostrar músculo, mostrar fuerza no necesariamente va a cambiar las cosas”, puntualizó.
La Guardia Nacional hipotéticamente trabajará en las 266 zonas en las que el gobierno federal dividió al país con base en su incidencia delictiva. Según diversos portales electrónicos, supuestamente en Chiapas las coordinaciones regionales tendrán su sede en San Cristóbal de Las Casas, Comitán de Domínguez, Huehuetán, Las Margaritas, Ocosingo, Palenque, Bochil, Tapachula, Tonalá, Villaflores, Pichucalco y Tuxtla Gutiérrez. Todas tienen índices delictivos bajos, exceptos las dos últimas que, de acuerdo con el gobierno federal, tienen tasas delictivas medias.