Un centenar de comerciantes de puestos fijos y semifijos –entre ellos las denominadas “canasteras” – que trabajan en las calles del centro de la capital, demandaron al Ayuntamiento respeto a sus derechos, pues no obstante que les entregó un mandil rosa de autorización, ahora los fiscales no los dejan trabajar.

Apostados frente al Congreso local, uno de los representantes, Manuel Arias, expuso que son víctimas de "persecución" por parte de la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez, ya que les decomisa constantemente sus mercancías, no las recuperan y pierden gastos de inversión.

Explicó que los vendedores y “canasteras” han sido obligados a cumplir con varios requisitos, como curso de manejo de alimentos y certificado médico para que tengan derecho a vender elotes, frutas y dulces tradicionales.

Sin embargo, ahora los fiscales del Ayuntamiento no los dejan trabajar, decomisan la mercancía y no pueden recuperarla.

“Para poder vender elotes se invierte en promedio 400 pesos para ganar unos 150 pesos, cuando hemos pedido nuestra mercancía ésta ya se echó a perder o nos la dan por perdida, violentando nuestros derechos humanos y laborales”, comentó Arias.

Informó que los comerciantes no afectan a la iniciativa privada, pues su producto es pequeño y muy diferente el giro de las empresas establecidas.

Exigieron que la presidencia municipal ponga fin a la persecución y los deje trabajar; “respetamos el orden y el Estado de derecho, y por lo tanto exigimos garantías, no más injusticias”, señalaron.