Actualmente en Tuxtla Gutiérrez operan siete plantas de tratamiento de aguas residuales ubicadas en las colonias Paso Limón, Tuchtlán, El Jobo, Copoya, Tres Marías y Real del Bosque. Omar Iván Trujillo Alfaro, titular de Saneamiento del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Tuxtla Gutiérrez en entrevista revela que los desechos de éstas plantas son convertidos en biosólidos para se ocuparlos en diferentes beneficios del medio ambiente.
De las siete plantas de tratamiento, dos poseen mayor capacidad de tratamiento y las otras cinco no están ligadas a la central de tratamiento, por ello comenta que “en el proceso de tratamiento el objetivo es sanear las aguas residuales que se generan de los servicios y de la actividad de toda la población”.
¿Qué son los biosólidos?
A partir del saneamiento que se realiza en el agua se producen los biosólidos y lodo estabilizado de acuerdo a la NOM-004-SEMARNAT-2002 que establece las especificaciones y límites máximos permitidos de contaminantes con el fin de posibilitar su aprovechamiento o disposición final y proteger al medio ambiente y la salud humana, en función de su contenido de metales pesados, patógenos y parásitos. Tras realizarse los análisis y estudios correspondientes pueden ser utilizados como mejoradores de suelos, en el área de reforestación y la agricultura en apoyo de los cultivos, esto dependiendo la calidad y muestreos que se realicen.
“La planta de tratamiento que se encuentra generando más de éstos biosólidos, es la que se encuentra en Paso Limón, la cual genera 909 toneladas por mes, la cual cuenta con permisos por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT)”, indica Trujillo Alfaro.
Aprovechamiento de los desechos
El aprovechar los biosólidos es cerrar el ciclo, este inicia desde la captación “en el caso en el río Grijalva, luego el tratamiento en planta, el suministro de esa agua hacia la ciudadanía, posteriormente, lo regresan a las redes de alcantarillado sanitario y esa infraestructura lo conduce hasta este punto donde para cerrar el ciclo del aprovechamiento de estos biosólidos se limpian y se da el reuso de aguas”.
Otro ejemplo pudiera ser la planta Tuchtlán que cumple con la NOM 003 de la SEMARNAT, es utilizado en el riego de áreas verdes, se ha donado a empresas constructoras, además de aprovecharlos en programas de reforestación en el Área Natural Protegida del Parque Nacional Cañón del Sumidero junto con la CONANP y PRONATURA.
Pese a los buenos resultados, este se dejó de aplicar debido al cierre del programa, aunque en la capital se han usado en las obras del paso a desnivel, en áreas verdes, camellones, así como las obras de los márgenes del río Sabinal.
En esta administración la planta de tratamiento de aguas residuales Paso Limón, comenzó a retomar los trabajos en el 2018, en cumplimiento con las normas que marcan Conagua, Semarnat, Semahn, Profepa.
El generar biosólidos, es una gran responsabilidad por los volúmenes y materia que se genera, pues al no realizarlo adecuadamente podría traer problemas a la ciudadanía o en cuanto a la acumulación perjudicar el medio ambiente.
"Estos son lodos estabilizados, pero necesitan un manejo y disposición final, entonces si se hace de forma indebida e irresponsable generaría un problema al medio ambiente", citó, al tiempo de indicar que no han tenido algún problema gracias al buen manejo.
La planta generadora de biosólidos
La planta que se encuentra en Paso Limón, recibe los lodos que provienen de la planta Tuchtlán, además, durante el proceso esa planta también genera lodos, ahí lo introducen a un tanque y posteriormente pasa a una digestión anaerobia.
Esta digestión degrada la materia orgánica en condiciones anaeróbicas, para recibir la carga contaminante que tiene el lodo, posteriormente, se le quita el agua posible deshidratándolo y se le agrega un polímero catiónico.
Una vez realizado lo anterior, pasa por unas bandas llamados filtros prensa, que reducen aún más el contenido de agua, ya que la NOM 004 así lo marca, con cierto porcentaje de humedad y otro de calidad de contaminantes, luego de tener el lodo, se manda a un laboratorio acreditado por la autoridad para que realice el muestreo y estas muestras son de acuerdo al volumen, realizándose de manera semestral; para una vez pasando las pruebas, el laboratorio certifica que cumple con la calidad.
El último proceso de este biosolido, es que durante el recorrido de la banda termina depositado en una tolva, esta es anclada a un camión con un cable de tracción que lo ayuda a subirse, para posteriormente ser llevado a un sitio de disposición final, en donde ahi la Secretaría de Medio Ambiente junto a las otras organizaciones deciden como utilizar el biosólido para la reforestación. Cabe mencionar que estos camiones tambien estan regulados, debido a las emiciones que pudieran surgir durante el trayecto.
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