Chiapas debe atender con prontitud sus problemas de deforestación y contaminación del agua, porque sus proyecciones en materia ambiental “preocupan muchísimo”, admitió ayer la investigadora de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Julia Carabias Lillo.
Al disertar una conferencia magistral durante la inauguración de la Semana de la Biología de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), dijo que los recursos naturales del estado están bajo grandes presiones, debido a que el humano aceleró su proceso de transformación.
Esta situación obliga a repensar la relación entre sociedad y naturaleza; “un entendimiento que nos obliga a tomar decisiones y hacer cambios significativos. Tenemos que reconocer varias cosas para que podemos analizar realmente el tema de los servicios ecosistémicos”, afirmó.
Uno de los ajustes que debe efectuarse, comentó, es comprender que el humano es una especie más del medio, producto de las fuerzas que convirtieron a Chiapas en uno de los estados más biodiversos del mundo. Asimismo, debe permear la idea de que el daño que el humano provoca a la naturaleza tiene un impacto mayor al visible.
“El impacto que estamos ejerciendo está en la alteración de funciones naturales a una escala que no es un cambio local, es un cambio global, de funcionamiento en sí mismo del planeta. Eso está generando graves problemas como el cambio climático. Todos estamos generando impacto sobre el resto de la biodiversidad, pero también en nosotros mismos”.
Asimismo, la extitular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales federal (Semarnat) exhortó a reconocer que los problemas ambientales no pueden abordarse desde una sola visión; así como a anteponer a la ciencia en la toma de decisiones de políticas públicas.
“No se puede planear un país, políticas de desarrollo si no tenemos un entendimiento de cuál es la base natural que sustenta este desarrollo y por lo tanto el entendimiento de qué tenemos, cómo estamos alterándolo, cuáles están siendo los procesos de desarrollo que están destruyendo la naturaleza, es indispensable entenderlos y conocerlos”.
Para el caso de Chiapas, hay que implementar de manera más enérgica una política para combatir la deforestación; y migrar a modelos productivos sustentables para preservar recursos como los acuíferos.
El Programa Estatal ante el Cambio Climático estima que Chiapas genera 4.1 por ciento de los gases de efecto invernadero de México produce, según el Plan Estatal de Desarrollo 2019-2024.