La producción en el campo chiapaneco para el 2020 está en riesgo, ante la llegada de la fase 3 en la contingencia por el Covid-19, sino hay reactivación habrá una crisis alimentaria muy fuerte, los productores únicamente van a producir para su consumo, es decir, para los que viven en el campo, afirmó Deiser Marroquín Pérez, presidente de la Asociación Productiva Indígena del Estado de Chiapas (Apirac).
Ante la situación de la pandemia por el coronavirus, señaló que en la cuestión de los programas y de los apoyos sociales que llegan al productor “todo está parado, no hay nada, no hay convocatoria, que emita el gobierno federal hasta el momento”.
Precisó que esta situación afecta drásticamente al campo, pues no hay soporte transversal que pudiera coadyuvar en el beneficio del productor, el tiempo de iniciar con el trabajo en la tierra ha iniciado, sin embargo, hay incertidumbre en los productores.
El también representante estatal de la Organización Agavera de México dijo que se necesitan insumos “necesitamos el apoyo del gobierno, hay una crisis económica hasta el tope, los productores no tenemos garantías hipotecarias, somos productores con certificados parcelarios, urge el crédito a la palabra, pagaderos a largo plazo de acuerdo a la actividad que se dedique el productor”, señaló.
Dijo que al menos en el sector ganadero se necesitan de cuatro a cinco años para recuperar ese crédito, el ciclo de productivo no sede perder, el campesino debe producir.
Además, señaló que actualmente esta situación “nos está pegando por que se cierran muchos mercados, las entradas y salidas de los productos, y muchos se quedan con su producción, estamos en una crisis”.
Por último señaló que la gente del campo sigue trabajando en la medida de sus posibilidades, pero reitero que es necesario reactivar la economía en el campo por ello pidió ayuda a los legisladores, senadores, para que se reactive el campo en el país y en Chiapas, “un país sin maíz no es país”.
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