Con un alza de hasta 28 por ciento en los costos de los pescados y mariscos en términos reales, así recibieron ayer algunos mercados públicos de Tuxtla Gutiérrez el primer viernes de Cuaresma.
El Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados informó que el kilo de ocho de los 10 comestibles de ese tipo, monitoreados en la Central de Abasto de la capital del estado, registró incrementos en su valor.
Resalta el robalo y el camarón grande con cabeza. Ambos ayer se cotizaban en 180 pesos el kilo, 40 pesos más comparado con el importe del mes pasado, equivalente a un incremento del 28 por ciento. Sigue la jaiba entera, la tilapia grande y el filete de tilapia. El primero estaba vendiéndose en 50 pesos, el segundo en 60 pesos y el tercero en 140 pesos, en todos los casos 20 pesos más respecto a febrero.
La representante del área de pescados y mariscos del Mercado del Norte en Tuxtla Gutiérrez, Fermina Luis Pérez, dijo que los productos marinos y de agua dulce con frecuencia encarecen al inicio de la Cuaresma, debido a que dicha temporada coincide con un periodo en el que la oferta baja.
Por la veda no hay que preocuparse. El abasto de camarón está garantizado. Los proveedores tienen los cupos planeados. “Siempre están preparados”, aseguró.
VIGILARÁN COMPORTAMIENTO COMERCIAL
El delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Chiapas, Francisco Vladimir Estrada Ramírez, anunció que desde el miércoles pasado pusieron en marcha el Programa de Verificación y Vigilancia “Cuaresma 2019”.
La estrategia contempla tres líneas de acción: verificación de comportamiento comercial, aplicación de normas oficiales mexicanas y cumplimiento de lineamientos de metrología. El plan estará vigente hasta el 21 de abril próximo, detalló.
Informó que como parte de ese programa garantizarán que los expendios de pescados y mariscos que sean visitados por el personal de la dependencia tengan precios a la vista. Asimismo, instalaron en el Mercado del Norte una báscula que permitirá a la gente cerciorarse que le despacharon la cantidad requerida.
Si los verificadores hallan irregularidades en los establecimientos, la Profeco privilegiará la conciliación y brindará al proveedor 10 días para subsanar la omisión. Si la falta persiste, la institución impondrá una multa. Ahora es más importante que la gente denuncie, porque en esta administración no hay operativos, es decir, la Profeco sólo actúa a petición de parte, puntualizó.