Este viernes santo, muchas familias de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, disfrutaron de la tradicional comida de pescado baldado. El pescado baldado es un producto seco que se remoja, se limpia las escamas, se fríe y se agrega huevo para su preparación.
La tradición dicta que en este día no se deben consumir otros productos cárnicos, por lo que muchas familias se reúnen desde el jueves para comenzar la preparación. Uno de los lugares donde se consume el pescado seco baldado es en Copoya, donde los descendientes de zoques se encargan de preparar el pescado baldado.
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Para su preparación, se baten las claras del huevo a punto de turrón y se agregan las yemas. Una vez que la clara y la yema han subido como una especie de espuma, se agrega al pescado seco en el sartén y se continúa con el freido con llama baja en la estufa o en el fogón con leña.
Se licúa el tomate, los demás ingredientes y se mueve constantemente este mole en el sartén. Los preparativos comienzan con la tarea de limpiar y enjuagar los pescados, se les da tiempo para que puedan escurrir bien al lavado y secado, para después pasar los pescados secos por el huevo batido y freír en aceite caliente.
Una vez que los pescados estén dorados, se retiran y se bañan con el mole. Muchas familias lo sirven acompañado de raciones de arroz. Los ingredientes utilizados para la preparación son arroz remojado, tomate, pimienta, chavos, huevos, chiles anchos, consomé en polvo, cebolla, aceite y sal.
Para alcanzar una buena preparación y un sabor extraordinario del pescado baldado, hay quienes prefieren lavar previamente los pescados secos con agua fría y otros prefieren agua caliente.