El Estado Mexicano y los partidos políticos tienen una gran deuda con las personas discapacitadas, los procesos electorales federal y estatal en marcha son una oportunidad para garantizar derechos políticos electorales de este sector, que de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 en Chiapas suman 670 mil 314 personas, el 49.5 por ciento corresponde al sexo masculino y el 50.5 al femenino.
De acuerdo con el escritor y maestro Luis Eugenio Muñiz Guillén, lo que prevalece es la exclusión hacia las personas con discapacidad, además, las mismas instituciones ejercen el poder para manipular a algunos y excluir a los demás, en Chiapas son visibles dos pero no se han empezado en servir al sector, más bien sirven el poder en turno desde hace algunos años.
Los partidos políticos que participan en el proceso electoral para las elecciones federales concurrentes con las locales previstas para el 6 de junio próximo, tiene ahora la oportunidad de incluir como sus candidatos a hombres y mujeres con discapacidad, muchos tienen profesión, cumplir así como la paridad vertical, horizontal y transversal, no designarlos para cumplir con la cuota, no enviarlos a perder, sino a ganar elecciones y a desempeñar el cargo.
Así como deben incluir a mujeres, a jóvenes e a indígenas, así deben incluir a las personas con discapacidad, tanto para diputados federales, locales y miembros de los ayuntamientos, pero tienen que ser con pleno respeto a sus derechos políticos electorales no solo de votar, sino ser votados, implica que el Estado Mexicano garantice también las condiciones para el desempeño de sus cargos.
"Tiene que haber una gran apertura, no para el relleno de candidatos, ni para enviarlos a los distritos y municipios con baja rentabilidad política electoral, ese será el punto de partida para construir una agenda política, económica, social y cultural a favor de los discapacitados, que haga realidad sus derechos a la educación, a la salud, al trabajo".
Dijo en entrevista que en muchas instituciones las áreas de atención a discapacitados no son atendidas por discapacitados y eso trae como consecuencia, la falta de atención a sus necesidades, "no hay dolor humano que atienda otro dolor", aunque en la práctica los discursos dicen lo contrario.
Lamentablemente hay familias en el estado en las dos o tres integrantes presentan discapacidad, lo que no ha sido visibilizado y ocasiona como consecuencia la autoexclusión o auto marginación, es decir, hay quienes se niegan a salir de su casa por su misma condición, enfatizó.
Muñíz Guillén que ha enfrentado la exclusión durante su vida, cuenta que a sus 47 años de edad sigue creyendo que es posible mejorar las condiciones de vida de los discapacitados, solo que ve resistencia de las instituciones, del Estado Mexicano y de muchos servidores y servidoras públicas.
A veces la desconfianza de la sociedad se observa precisamente en los procesos electorales con rechazo de mucha gente a ser funcionario de mesa directiva de casilla, sobre todo, de salir a las urnas a ejercer su derecho al voto, hay una sociedad "muy lastimada" por falta de resultados de las instituciones de los tres niveles de gobierno, sustentó.
Además, advierte que existe desencanto del "trabajo" de los diputados federales, diputados locales y presidentes municipales, hay muchas deudas, promesas incumplidas, mala calidad de la representación y esto debe acabar.