Tuxtla Gutiérrez.- No obstante que la tensión ha bajado y la presencia de asociaciones religiosas ha crecido, la intolerancia religiosa persiste, se ha avanzado en la convivencia armónica entre, pero no todo está resuelto, han dejado de existir los puntos rojos como los hubo en los años 70’s y 80’s, pero aún falta casos por resolver, dijo el coordinador del Grupo Parlamentaria del Partido Encuentro Social (PES) en el Congreso del Estado, Kalyanamaya de León Villard.
Afirmó que existen casos de intolerancia religiosa en los municipios indígenas de San Pedro Chenalhó, Zinacantán, La Trinitaria, Comitán, Las Margaritas, y otros, sin embargo, más que ser un tema de leyes, es un asunto de cultura, de razonamiento, de sensibilidad, es un derecho constitucional que debemos tener garantizado.
Sostuvo en entrevista que hay conflictos religiosos sin resolverse, en San Cristóbal de las Casas se localiza un grupo importante de expulsados de Chenalhó y Zinacantán, su regreso se ha venido complicando porque no ha habido condiciones de seguridad.
De acuerdo con el diputado de San Cristóbal de las Casas, no hay recuento preciso del número de expulsados por intolerancia, pero podría alcanzar una cifra de 70 mil personas, desde 1970 se formaron poblados completos por familias expulsadas de sus lugares de origen, como La Hormiga.