El país se posicionó en el lugar 33 de 146 países evaluados con un puntaje de 76.5, lo que representa un retroceso de dos posiciones a nivel global en comparación con 2022. En la comparación regional de América Latina y el Caribe, México también cayó dos lugares, ocupando ahora la sexta posición de 22 países, detrás de naciones como Barbados, Chile, Jamaica, Costa Rica y Nicaragua.
La evolución de los países está estrechamente relacionada con la manera en que se incluye a las mujeres en los aspectos sociales y económicos. Esta conexión se evidencia en el Índice Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial (WEF). Desde el año 2006, este índice ha estado evaluando la equidad en áreas cruciales como la participación y oportunidades económicas, los logros educativos, la salud y supervivencia, así como el empoderamiento político. Dentro de este marco, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en calidad de colaborador local del WEF, ha examinado el rendimiento de México en estos aspectos.
En el contexto global, destacamos los países que actualmente presentan las menores brechas de género: Islandia (91.2), Noruega (87.9), Finlandia (86.3), Nueva Zelanda (85.6), Suecia (81.5), Alemania (81.5), Nicaragua (81.1), Namibia (80.2), Lituania (80.0) y Bélgica (79.6). Estos países se sitúan en los primeros lugares del índice, reflejando un compromiso sólido con la igualdad de género.
México, aunque se mantiene en una posición relativamente favorable en el índice, ha experimentado un retroceso de dos posiciones a nivel global en comparación con el año anterior.
Aunque en los subíndices de educación y salud México prácticamente alcanza la paridad de género, con puntajes superiores al 97 en ambas áreas desde 2006, el país enfrenta su mayor desafío en la igualdad de género en el ámbito económico, obteniendo un puntaje de 60.1 y situándose en la posición 110 de 146 en este subíndice. El sector laboral refleja estas brechas, especialmente en la participación laboral, donde el 76% de los hombres contrasta con el 44% de las mujeres.
El aspecto más destacado en términos de progreso es el subíndice de Empoderamiento político. En 2023, México ocupa el lugar 15 a nivel mundial en este ámbito, mostrando un avance de 35.7 puntos desde 2006, impulsado principalmente por la implementación de cuotas de género en el Congreso federal en 2014. Esto ha garantizado la participación activa y representación significativa de las mujeres en la vida política del país, ascendiendo México 30 posiciones desde 2006.
Aunque se ha logrado un avance sustancial, persisten desafíos notables, especialmente en el ámbito económico. La brecha salarial y la participación desigual en el mercado laboral requieren atención urgente, ya que México se encuentra rezagado en comparación con otros países.
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La brecha salarial en México se debe, en gran medida, al mayor número de horas que las mujeres dedican a labores no remuneradas dentro del hogar, como tareas domésticas o el cuidado de menores, personas enfermas y ancianas. Muchas mujeres se emplean en trabajos informales, que ofrecen mayor flexibilidad pero también las colocan en posiciones de mayor riesgo y vulnerabilidad. La falta de un sistema de cuidados universal dificulta el acceso equitativo al desarrollo profesional, ampliando la brecha salarial a lo largo de la vida laboral, especialmente en el mercado laboral informal, donde más mujeres trabajan, y cuando hay niñas y niños en casa.
