En un rincón lleno de amor y dedicación, Yoli, una mujer llena de sensibilidad, ha encontrado una forma única de preservar el recuerdo de seres queridos que ya no están en este mundo. Hace siete años, tras perder a su madre, Yoli concibió la idea de crear osos de peluche con la ropa de la persona fallecida, una conmovedora iniciativa que ha tocado los corazones de aquellos que buscan una manera especial de honrar a sus seres queridos.
El camino de Yoli no fue fácil. Tras tres años de duelo y superación, finalmente completó su primer oso de peluche hecho con la ropa de su madre. La recepción positiva de amigos y familiares alentó a Yoli a seguir con esta labor tan significativa. La pandemia marcó un punto de inflexión para su emprendimiento, elevando la demanda de estos osos que se han convertido en un símbolo tangible de amor y conexión.
Yoli, con dedicación y esmero, trabaja con prendas variadas como rebosos, camisas, pantalones, blusas y playeras, permitiendo a los clientes personalizar la combinación de colores según sus preferencias. Además de osos, Yoli también crea conejos, extendiendo su arte a distintas formas de peluches.
"Elaborarlos me da mucha alegría, porque me ha tocado risas, llantos, abrazos y besos. Para mí, es la alegría total", comparte Yoli, destacando la conexión emocional que experimenta con cada creación.
Sin embargo, la historia de Yoli no se limita a la creación de recuerdos palpables. Ha compartido experiencias paranormales que ha vivido mientras trabaja con las prendas de ropa. Un caso notable fue el aroma a loción que impregnó el lugar cuando trabajaba en un oso con las camisas de un señor fallecido. Aunque ella se acercó a su esposo para confirmar la presencia espiritual, la respuesta fue negativa. Al entregar el oso, las hijas confirmaron que su padre solía usar mucha loción, revelando una conexión más allá de lo tangible.
A pesar de las experiencias paranormales, Yoli se mantiene respetuosa y cuidadosa en su trabajo. Se niega a ver fotos de los fallecidos que le presentan sus clientes, ya que le recuerda a su propia madre. Además, tiene la política de no aceptar prendas de ropa cuando la persona ha fallecido recientemente.
La labor de Yoli no se limita a los humanos, ya que también ofrece la creación de peluches con ropa para mascotas, permitiendo a las personas recordar y honrar a sus fieles compañeros.
En definitiva, el trabajo de Yoli no solo refleja habilidad artística, sino también un profundo amor y respeto por la memoria de aquellos que ya no están físicamente presentes. Cada oso de peluche se convierte en una obra maestra impregnada de emociones y recuerdos, un legado tangible que perdura en el tiempo, dejando huellas imborrables de amor y conexión.
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