En la primera calle poniente esquina con la tercera avenida sur se ubica el Templo de Expiación del Señor del Calvario en Tuxtla Gutiérrez. Este edificio, que corresponde al siglo XVI, abre sus puertas a las 6:30 de la mañana. Su fiesta patronal fué el pasado 22 de octubre. Fieles oran por la paz y el cuidado de Dios para los sacerdotes.
En el altar, un Cristo crucificado de color gris, con una corona, cabellera negra, barbas y bigotes. Sus rodillas muestran sangre, con los brazos extendidos; hasta ahí llegan los fieles para orar de rodillas, mientras otros cantan y piden por las intenciones del Papa Francisco, por la tarea de la Iglesia y por los sacerdotes de la Diócesis de Tuxtla Gutiérrez.
A los pies del Cristo crucificado se encuentra el sagrario, donde se custodia la eucaristía. A su alrededor, en el retablo de madera, flores adornan el altar; resaltan flores blancas y amarillas, principalmente girasoles. Dos imágenes de la Virgen se sitúan a los costados de la Cruz, mientras que desde el presbítero se hace un llamado a abandonar la vida de pecado, a buscar a Dios, a Jesús y a la cercanía con el Espíritu Santo y con la Madre del Salvador.
El Templo del Señor del Calvario, de estilo gótico, es una construcción que data del siglo XVI y ha sido restaurada en varias ocasiones, conservando su arquitectura original. La religiosa Yazmín Espinosa Rodríguez explica que el templo es de expiación porque se puede adorar al Santísimo Sacramento desde la mañana hasta la tarde, y es un lugar para desagraviar a Jesús de todos los ultrajes que se cometen en la humanidad.
En entrevista, precisa que la feligresía acude a pedir perdón, a dar gracias, presenta sus intenciones y puede ganar indulgencia plenaria con media hora de oración. Su ubicación en el centro de Tuxtla Gutiérrez facilita el acceso a los fieles. Este templo es una de las primeras capellanías que se construyeron antes de que Tuxtla Gutiérrez se convirtiera en diócesis; por su importancia como monumento cultural y religioso, cualquier mejora requiere la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
La religiosa, originaria de Tuxtla Chico, comparte que hace muchos años el templo sufrió daños porque no se le permitía hacer nada, pero se logró restaurar y poner al servicio de la Iglesia. Hoy, el nombre del Señor del Calvario se debe a que Jesús entregó su vida por nosotros en la Cruz. Participan fieles de todas las edades, y la fe católica universal está abierta para todos.
El Templo del Señor del Calvario es una rectoría a cargo del padre Leyver Pérez Moreno, y hay mucha presencia de personas católicas. Todos los días, a las 7:30 de la mañana, se celebra misa. Los domingos hay misas a las 7:30, 9:00, 11:00, 12:30 y a las 18:00 horas. La feligresía puede confesarse los viernes y sábados a las 7:00 de la mañana. Es posible celebrar sacramentos en el Templo de Expiación del Señor del Calvario, y las preparaciones se realizan los días viernes, una semana antes de los sacramentos.
Este miércoles, la misa fue para pedir por los médicos en su día, por los difuntos, entre ellos monseñor Fabio Martínez Castilla y el padre Marcelo Pérez Pérez, y también por los niños no nacidos. El templo congregó a decenas de fieles, quienes se ubicaron en las tres gradas que dan acceso de la calle al interior.
Los jueves son de hora santa por la tarde. Los fieles comparten su gozo y alegría al acudir a orar en el altar por todos y por todo, pidiendo paz y el cuidado de Dios hacia los sacerdotes.
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